Su actuación dejó perplejo al jurado por la alegría que imprimió a su presentación.
15/01/2019 14:11
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Con una sonrisa de oreja a oreja y de principio a fin, es como salió al escenario Katelyn Ohashi, de 21 años, quien con esa actitud ya empezó de la mejor manera, pero fue perfecta cuando inició su rutina de un minuto y medio con piruetas, movimientos de baile y saltos por los aires absolutamente precisos.
El estadio estaba repleto y paralizado con los ojos puestos en Katelyn, quien al finalizar su actuación obtuvo Diez. El número soñado. La perfección absoluta.
La joven, que no es la primera vez que deja a todos boquiabiertos con su performance, ya hizo algo similar el año pasado, sin embargo no pudo conseguir la calificación perfecta, sino un 9.95.
Antes de pertenecer a las competencias universitarias, pertenecía la gimnasia de élite, donde no disfrutaba de lo que más le gusta hacer, puesto que andaba estresada por lo que comía y era comparada con "un pájaro que no podía volar". Raramente en sus entrenamientos se la veía sonreír, como lo hace hoy.
Desde que ingresó al equipo de UCLA, encontró "alegría y amor por el deporte de nuevo", contó. "No experimentaba este tipo de felicidad desde hacía mucho tiempo".
"No es el resultado. No es estar en el podio con una medalla. Es la posibilidad de salir con una sonrisa en mi cara y estar contenta conmigo", explicó.
Con todo, Ohashi se permitió una autocrítica burlona: "Ahora solo tengo que aprender a aplaudir con el ritmo", escribió con emojis de alegría en su cuenta de Twitter.
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