"Hago lo posible por jugar": Ismael perdió la pierna, pero jamás su pasión por el fútbol

En la calidez del municipio de Porongo, un joven de 17 años está rompiendo barreras con cada paso que da en el campo de fútbol. Ismael Durán, conocido cariñosamente como Isma, ha hecho de su pasión un motor de vida, desafiando las limitaciones que le impuso una enfermedad que le costó una pierna.

Desde los 5 años, Isma encontró en el fútbol no solo un deporte, sino un refugio, un espacio donde puede ser él mismo y dejar volar sus sueños. “El fútbol es mi pasión”, afirma con una sonrisa que irradia determinación.

Su amor por el juego lo ha llevado a participar en los juegos estudiantiles de su comunidad. A pesar de la adversidad que ha enfrentado, su espíritu no se ha rendido. Isma perdió la pierna derecha a causa de un puchichi, una infección que le afectó gravemente, pero eso no ha hecho más que fortalecer su resolución.

Sus padres, que han sido su pilar incondicional, diseñaron una muleta robusta que le permite correr y moverse con agilidad en el campo. “Me dicen que siga jugando, que nunca me rinda”, comparte, agradecido por el apoyo que siempre ha recibido en su hogar.

Con cada pase que realiza y cada gol que celebra, Isma transmite un mensaje poderoso: las limitaciones físicas no son un obstáculo para seguir luchando por los sueños. “Me gustaría participar de los juegos paralímpicos, solo pido una oportunidad”, expresa con la mirada brillante, mostrando que su ambición va más allá del campo local.

Ahora Ismael, está participando con la unidad educativa de su pueblo en los juegos estudiantiles que se desarrollan en ese municipio, pero en su corazón late la ilusión de llevar algún día la camiseta de “la selección”.