La mujer estaba por dar el primer bocado a su hamburguesa y sintió un ligero calambre en la lengua, por lo que decidió seguir comiendo con cubiertos, pero no pudo, ya que no podía cerrar la mandíbula por completo
14/08/2021 15:51
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Holly Strevens, es una mujer de 34 años, de nacionalidad inglesa. El momento doloroso que vivió, ocurrió tras pedir por delivery un pedido de hamburguesas mientras estaba en su casa. Holly ordenó una Wicked Zinger Burger, que consiste en dos medallones de pollo fritos que están uno sobre otro, junto con las papas. Ella comenta que estaba todo normal, como cualquier día cuando ha pedido lo mismo y no pasó nunca a mayores.
Holly expresó que estiró demasiado la mandíbula al morder la hamburguesa, por lo que, cuando fue al hospital, le diagnosticaron un trastorno de la articulación temporomandibular.
En su página web, la Clínica que la atendió, y que se trata de una entidad sin fines de lucro de Estados Unidos, explicó que la articulación temporomandibular actúa como una bisagra deslizante, que conecta la mandíbula al cráneo, y pueden causar dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la misma.
Holly comentó que le han colocado 12 tornillos, y que a diario sufre fuertes dolores, convulsiones no epilépticas y ansiedad. Además, no puede comer nada masticable, ni duro.
Por otro lado, Holly perdió su trabajo como administrativa por el tiempo que le tomaría tratar el problema de su mandíbula. Ya le han reemplazado el tejido del lado izquierdo de la mandíbula por un “disco artificial”, y debe hacerlo también con el lado derecho, hasta que los dolores crónicos se vayan por completo.
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