Silenciosa y letal, los riesgos invisibles de la intoxicación por inhalación

Uno de los riesgos más graves es que muchas de estas sustancias son inodoras e invisibles, prácticamente son imperceptibles al olfato lo que dificulta su detección.

25/04/2025 14:31

Silenciosa y letal, los riesgos invisibles de la intoxicación por inhalación
Bolivia

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Una fuga de gas, el humo de un corto circuito en el aire o un producto de limpieza de alta concentración mal utilizado pueden convertirse en una amenaza para la salud sin que la persona pueda percatarse de los riesgos. La intoxicación por inhalación es un peligro real por la gravedad de los efectos que produce en el organismo, a tal punto de llegar al envenenamiento y que muchas veces es subestimado.

Daniel Pinto, director de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que la intoxicación puede darse hasta en el hogar, donde tomar precauciones como leer etiquetas, evitar mezclas peligrosas y asegurarse de tener ambientes ventilados es primordial para prever complicaciones.

“Una intoxicación ocurre cuando una sustancia tóxica —ya sea química, biológica o física— ingresa al cuerpo humano y altera su funcionamiento normal. La intoxicación por inhalación es especialmente grave porque los pulmones tienen una gran capacidad de absorción. En segundos, una sustancia peligrosa puede entrar en el torrente sanguíneo y comenzar a causar estragos en órganos vitales”, asegura Pinto.

Uno de los riesgos más graves es que muchas de estas sustancias son inodoras e invisibles, prácticamente son imperceptibles al olfato lo que dificulta su detección. El monóxido de carbono, por ejemplo, no tiene olor ni color, y en concentraciones elevadas puede provocar mareos, pérdida de conciencia e incluso la muerte en pocos minutos.

Cuando un tóxico ingresa por el sistema respiratorio, la urgencia médica es imprescindible ante la afección a las vías respiratorias.

“Una persona puede entrar en colapso en minutos si está expuesta a gases como el monóxido de carbono o vapores tóxicos sin ventilación. Por eso, siempre que se sospeche de una intoxicación, lo primero es salir al aire libre y buscar ayuda médica inmediata”, recomienda Pinto.

Por otro lado, los síntomas iniciales de una intoxicación por el tracto respiratorio pueden confundirse fácilmente con un cuadro gripal como: dolor de cabeza, náuseas, debilidad o dificultad para respirar, náuseas, vómitos hasta la pérdida del conocimiento. De igual manera, si no se actúa rápidamente, el daño puede extenderse al sistema nervioso, pulmones o corazón, donde el funcionamiento y apariencia del cuerpo no son normales.

“Uno de los signos más alarmantes es la coloración azulada en los labios o las uñas, lo que indica que el cuerpo está dejando de recibir oxígeno adecuadamente”, explica el académico.

Fátima Alejandra Alegría Rivas, especialista en Emergenciología y alta especialidad en Toxicología Clínica , sostiene que la intoxicación o el ingreso de sustancias tóxicas al organismo por inhalación puede causar una lesión, enfermedad o incluso la muerte.

“El elemento común en la exposición a los gases asfixiantes es la hipoxia, la cual consiste en la disminución de la concentración tisular (pertenece a los tejidos orgánicos) de oxígeno, presentando dificultad respiratoria o falta de aire”, explica Alegría.

Las fuentes más comunes de este tipo de intoxicación incluyen humo de incendios, cortocircuitos, gases industriales, vapores químicos, productos de limpieza mal combinados o utilizados en espacios cerrados, entre los más comunes.

En Unifranz, Gabriel Janco, un estudiante de la carrera de Ingeniería de Sistemas desarrolló un Sistema de Monitoreo, más un dispositivo para detectar gas, humo y vigilar los signos vitales en bomberos y personal de rescate. El prototipo a la fecha es funcional porque además detecta la localización de la persona a través de GPS  y es adaptable para un escuadrón de rescatistas.

Un estudio, publicado en 2024 en el Occupational and Environmental Medicine (Revista médica Británica), examinó la exposición a gases como cloro y amoníaco en trabajadores de industrias químicas y agrícolas. Se encontró que la exposición crónica a bajas dosis puede inducir asma ocupacional o síndrome de disfunción reactiva de las vías respiratorias (Rads, por sus siglas en inglés).

Otro estudio, según la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, sostiene que la exposición a químicos volátiles (como pesticidas o vapores de pintura) puede causar neumonitis química, una inflamación pulmonar aguda que puede progresar a insuficiencia respiratoria. El estudio destaca que los casos son más comunes en trabajadores agrícolas y pintores.

Aunque los casos más graves suelen estar relacionados con accidentes industriales o incendios, el riesgo también está presente en el hogar. La combinación de productos como cloro y amoníaco, por ejemplo, puede generar cloramina, un gas que causa irritación severa y puede provocar edema pulmonar. 

“Las manifestaciones predominantes en la exposición a gases irritantes son consecuencia de la irritación local a nivel ocular y respiratorio con lagrimeo, tos, estornudos y salivación, seguidos de dificultad respiratoria, espasmo laríngeo, broncoespasmo y edema pulmonar agudo”, sostiene Alegría.

Estos gases provocados por químicos, también pueden ser ocasionados fuera del hogar. En 2023, un accidente en una piscina pública en México liberó cloro gaseoso debido a una mezcla incorrecta de productos químicos de limpieza. Diez niños y cinco adultos presentaron síntomas como irritación ocular, tos y dificultad respiratoria. El tratamiento incluyó broncodilatadores y observación hospitalaria.

“La falta de educación sobre el manejo de sustancias químicas y la ausencia de protocolos claros en empresas y hogares incrementan la vulnerabilidad de la población”, señala Pinto.

Actividades como pintar sin protección, usar estufas defectuosas o mezclar productos de limpieza pueden liberar vapores tóxicos peligrosos. Además, los espacios cerrados y mal ventilados aumentan considerablemente el riesgo.

“Lo primero es abandonar la zona contaminada. Si la persona está consciente, puede hacerse un lavado nasal con solución salina, o recurrir a inhalaciones de vapor con plantas como eucalipto, siempre y cuando no se trate de una intoxicación por agentes corrosivos”, recomienda Pinto.

Por todo ello, es fundamental tomar precauciones como ventilar los ambientes, usar mascarillas adecuadas y evitar combinaciones químicas caseras.

La prevención es la mejor herramienta, también contar con detectores de gases, leer las etiquetas de productos químicos y estar atentos a señales inusuales en el ambiente evita un accidente leve o una tragedia de intoxicación por inhalación. 

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