“¡Nadie más”: Israel revela su arma secreta: un cañón láser que derrite misiles a la velocidad de la luz

En un contexto de creciente tensión en Medio Oriente, Israel ha sacado a la luz un desarrollo tecnológico sin precedentes: un cañón láser de alta precisión capaz de desintegrar drones y misiles enemigos en cuestión de segundos. Se trata del "Iron Beam", un sistema desarrollado por la empresa Rafael que, según sus creadores, representa un avance revolucionario en la defensa moderna.

Según el diario alemán Bild, que tuvo acceso exclusivo al sistema, el cañón dispara pulsos de energía láser con una precisión milimétrica desde hasta diez kilómetros de distancia. Su poder es tan destructivo que puede atravesar y fundir la carcasa metálica de un proyectil en pleno vuelo, inutilizándolo sin explosiones colaterales.

“¡Nadie más tiene un arma como esta! Es una tecnología revolucionaria”, afirmó Shlomo Toaff, vicepresidente de Rafael, al medio alemán.

El cañón iba a ser presentado en el Salón Aeronáutico de París, pero el gobierno francés bloqueó su exhibición a último momento. El stand de Rafael fue cubierto con pantallas negras y custodiado por la policía, bajo el argumento de que el sistema incluía armas ofensivas, algo que supuestamente iba contra el espíritu del evento. No obstante, otros países, incluida Francia, mostraron sin restricciones helicópteros armados, cazas y drones furtivos.

Las decisiones del gobierno de Emmanuel Macron han generado suspicacias. Algunos analistas creen que se trató más de una señal política frente a las acciones militares de Israel en Gaza, que de una medida técnica o diplomática.

El "Iron Beam" está diseñado para complementar el sistema de defensa “Cúpula de Hierro”, que hasta ahora ha logrado interceptar el 90 % de los misiles enemigos. Su principal ventaja, además de la velocidad (dispara literalmente a la velocidad de la luz), es el bajo costo de operación: cada disparo cuesta apenas unos centavos y solo requiere electricidad, sin necesidad de proyectiles físicos. Con apenas 100 kilovatios de potencia, el sistema puede operar con un generador de tamaño mediano.

El “Rayo de Hierro”, como ya lo llaman algunos expertos, no solo es capaz de interceptar misiles balísticos y cohetes de corto alcance, sino también proyectiles de mortero y amenazas en trayectorias impredecibles. La guerra del futuro ya se está librando… y viene en forma de luz.