Así es la tumba del hijo del Chapo Guzmán

Los narcotraficantes buscan mostrar poder hasta en sus tumbas o las de sus familiares cercanos. Tal es el caso de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien mandó construir una tumba que parece una casa de descanso para su hijo Édgar Guzmán López.

Fue uno de los descendientes que El Chapo tuvo con Griselda López. Lo asesinaron el 8 de mayo de 2008 cuando paseaba por un centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos, Culiacán, tras la ruptura del Cártel de Sinaloa con el de los Beltrán Leyva.

Tras su muerte decidieron construirle un edificio para resguardar su tumba. Visto desde fuera, la construcción parece una casa de descanso. Mandaron a colocar ángeles en cada esquina superior del edificio y una cúpula coronada con una cruz.

No sólo la cripta está cercada, sino que el perímetro a la redonda tiene rejas y alambres de púa de manera que el acceso sea difícil.

La tumba de Édgar Guzmán López tiene varios cercos de seguridad que la hacen de difícil acceso.

Medios locales han dicho que al interior hay aire acondicionado, baños, varias habitaciones y tiene vigilancia las 24 horas.

Por el tamaño de la construcción, la tumba podría ser considerada un mausoleo y bien podrían utilizarla para depositar los restos de otros miembros de la familia de Guzmán Loera. El edificio es alto, por eso se ha dicho que tiene dos pisos y sus acabados son de tipo residencial. 

En ese lugar también descansan los restos de Arturo “El Pollo” Guzmán Loera, hermano de El Chapo, quien fue asesinado en el penal de máxima seguridad El Altiplano.

Cuando Édgar Guzmán López fue asesinado, el narcotraficante mandó a comprar 50.000 rosas, dejando a los floreros de Culiacán sin margen de tiempo para reabastecerse de flores, por lo que el Día de las Madres no hubo ramos para regalar.

Tras el acontecimiento nació un corrido interpretado por el cantante Lupillo Rivera, llamado “50 mil rosas” que narra lo sucedido.