Operativo para capturar al hijo del Chapo Guzmán desata horas de terror

Un fuerte operativo del ejército mexicano para detener a Ovidio Guzmán (28), uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, dio paso la tarde del jueves a varias horas de enfrentamientos entre soldados y bandas narcos que sembraron el terror en Culiacán, capital de Sinaloa.

A las siete de la tarde (hora del centro de México), la situación continuaba fuera de control. Las autoridades cancelaron las clases vespertinas en el municipio y recomendaron a la población “no salir de casa” hasta recuperar el control en una ciudad de casi un millón de habitantes.

Las autoridades locales han confirmado la detención de Ovidio Guzmán López, alias 'El ratón', hijo de la segunda esposa de El Chapo Guzmán, recluido en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos después de haber sido condenado a cadena perpetua en julio.

La detención de Guzmán López desató una oleada de violencia transmitida en tiempo real a través de redes sociales. El secretario de Seguridad de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, ha confirmado que hay "varios" muertos, pero no ha dado una cifra concreta. Los vecinos difundieron imágenes donde se ven a hombre abatidos en el pavimento, vehículos incendiados, bloqueos de calles y camionetas con hombres fuertemente armados circulando a plena luz del día y por las principales avenidas con fusiles Barret instalados en la plataforma de una camioneta.

  

Castañeda ha confirmado que además de los enfrentamientos hubo una fuga masiva en la cárcel de la ciudad. Entre 20 a 30 personas huyeron del penal, de los que han sido recapturados cuatro hasta la noche del jueves. Horas antes, los disparos sembraron el terror durante toda la tarde en colegios, calles, restaurantes y centros de trabajo desde el mediodía del jueves hasta bien entrada la tarde.

Las autoridades también cancelaron el partido de fútbol que el equipo local, Dorados de Culiacán, iba a disputar frente al Atlante de Cancún. Ninguno de los equipos pudo salir de los hoteles por la violencia desatada. También el transporte público quedó suspendido.

"Hubo cuatro balaceras simultáneas a las 15:30 de la tarde", explica a este diario el fotógrafo César Ernesto, quien estaba muy cerca del choque. "Entonces las redes sociales comenzaron a difundir que llegaba gente de Sonora, Chihuahua y Durango, por lo que todo el mundo corrió a quedarse en lugares seguros como su casa o su centro de trabajo", añade Ernesto. Al caer la noche, las calles de la ciudad "estaban completamente desiertas y había varios vehículos ardiendo, pero ya no se escuchaban tiroteos", asegura el fotógrafo.