Damnificados de Bajo Llojeta viven un calvario a una semana de la ‘mazamorra’

La tragedia sacudió la noche del 23 de noviembre en la zona de Bajo Llojeta, en La Paz, cuando un deslizamiento de mazamorra sepultó al menos 40 viviendas, dejando un saldo de una niña muerta, 20 personas heridas y cuantiosos daños materiales.

La pequeña Camila Peyton, de tan solo 5 años, perdió la vida en el trágico suceso, cuando un alud de lodo la atrapó mientras se encontraba en la casa de un familiar.

“Todo ha pasado en un minuto, ella estaba en el cuarto del fondo y yo estaba en la cocina”, relató entre lágrimas un familiar de la menor.

El deslizamiento de tierra, causado por intensas lluvias, también ha dejado a varios residentes de la zona en situación de extrema vulnerabilidad. La Alcaldía de La Paz, que está preparando un informe sobre las lluvias del 30 de noviembre, notificó a los propietarios de más de 40 viviendas afectadas, quienes deberán abandonar sus hogares debido a los daños estructurales y al riesgo inminente de nuevos deslizamientos.

“La verdad no he podido rescatar nada, todo está dañado, lo perdimos todo”, expresó Marco, uno de los afectados. “El lodo alcanza los 60 centímetros, el cuarto de mis hijos está anegado, todo está totalmente enterrado”, relató con desesperación.

Este desastre, ocurrido en una zona calificada como de alto riesgo geológico, ha puesto en evidencia las consecuencias de las construcciones ilegales en la región. Según expertos, los movimientos de tierra ilegales en la zona, particularmente en el Cementerio Los Andes, contribuyeron a la tragedia.

La Alcaldía de La Paz, en conjunto con la Alcaldía de Achocalla, ha decidido presentar una demanda contra la inmobiliaria Kantutani por realizar estos movimientos sin la debida autorización, lo que habría desencadenado el desastre.

“Quería lanzarme como si fuera una piscina, porque mi desesperación era tremenda”, relató otro de los afectados. “Trabajé con mi papá y ahora todo está perdido, mi padre ya falleció en 2019 y ahora tengo que dejar el hogar que construimos juntos”, añadió, entre sollozos, otro residente de la zona.

El alcalde de Achocalla, Manuel Condori, también ha expresado su solidaridad y ha confirmado que su municipio se unirá como parte coadyuvante a la demanda contra la inmobiliaria. Condori negó que su gobierno local haya autorizado el movimiento de tierras en el cementerio.

Las autoridades locales instan a la población a tener precaución en áreas de alto riesgo y a evitar la urbanización en zonas geológicamente inestables, especialmente después de este trágico suceso que resalta los peligros latentes en las áreas vulnerables de la ciudad.

El proceso judicial y las medidas de reubicación de los afectados se encuentran en marcha, mientras las autoridades trabajan para proporcionar asistencia a las víctimas y evitar nuevos desastres en la región.