Helmut Kentler empezó su experimento en 1969 y fue aceptado, apoyado y defendido por políticos y académicos de izquierda durante años
21/06/2020 12:26
Escuchar esta nota
Recientemente ha salido a la luz el atroz experimento que llevó a cabo Helmut Kentler, un controvertido sexólogo y científico sexual de la Universidad de Hannover, Alemania. El científico depravado inició su entregar de niños en adopción en la década de 1970, a inhumanos pedófilos, pero lo más escalofriante es que fue encubierto por las autoridades de educación y el Senado de Berlín Occidental a lo largo de 3 décadas.
Según un nuevo informe publicado esta semana, esa práctica fue aceptada, apoyada y defendida por políticos y académicos de izquierda a lo largo de los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.
Kentler defendía que el contacto sexual entre niños y adultos no es dañino e incluso, los pedófilos son particularmente adecuados como padres adoptivos. Según su postura, las relaciones sexuales entre niños y adultos era un acto legítimo y positivo para el desarrollo de los adolescentes. El sexólogo hizo pública su prueba piloto en varias ocasiones durante la década de 1980: en una revista de la izquierda, frente a miembros del Partido Demócrata Libre del Bundestag y en 1988 en un informe científico. El propio Kentler escribió en 1980 que solo ahora podía informar sobre el caso porque los crímenes cometidos por todos los involucrados ya han sido condenados.
En todas sus publicaciones, Kentler describió su proyecto como un éxito, en el que los niños, descritos por él como analfabetos que sufrían problemas mentales secundarios, lograron convertirse en personas independientes, que llevaron una vida decente y discreta, sin ni tan solo llegar a ser homosexuales. No obstante, el hecho de que los menores debían de someterse a relaciones más allá de las paternales con sus cuidadores, estaba muy claro para Kentler.
Kentler comenzó su experimento en 1969 y tras obtener el permiso del Senado, el psicólogo empezó a transferir niños y adolescentes callejeros a padres adoptivos. Se descubrió que al menos tres hombres se hicieron con la custodia de los menores, contando algunos de ellos con antecedentes penales. Además, podían cobrar un subsidio estatal por hacerse cargo de los niños.
Helmut Kentler, nacido en 1928, era muy solicitado como científico educativo progresista. En el momento de su experimento, Kentler trabajaba como jefe de departamento en el Centro Pedagógico de Berlín, un laboratorio de reforma a nivel nacional. Asimismo, enseñó en el Centro de Estudio para el Trabajo Evangélico de la Juventud en Josefstal bávaro, trabajó allí con personas discapacitadas y sus familias, dio conferencias en academias evangélicas.
Según los reportes, Kentler fue un ídolo educativo, no obstante, no parece que fuera la única razón por la que nadie se opuso a su perverso experimento, sino que, al contrario, le sirvió para recibir apoyo y encubrimiento.
Los pedófilos no tenían ni miedo ni vergüenza de anunciar sus preferencias en público. Así, uno de los pedófilos más conocidos y activos de la época, Olaf Stuben, publicó en 1979 un artículo titulado 'I love boys' ('Amo a los niños'). En su columna, Stuben solicitaba una revolución sexual y se mostraba a favor de la legalización de las relaciones sexuales con niños, calificando la pedofilia como un crimen sin víctima.
Por otra parte, en 1969 se suspendió el párrafo 175 del Código Penal que penalizaba los contactos sexuales homosexuales, mientras en aquel entonces más de 1.000 menores deambulaban por las calles de Berlín Occidental y los políticos y educadores buscaban de manera urgente formas innovadoras de alojamiento para los niños sin hogar. Ahí, Kentler dio un paso adelante y empezó a alojar a los niños de entre 13 y 15 años con pedófilos, según él, por una buena razón.
La realidad no resultó ser como la describía Kentler. "El terror psicológico y la violencia, eso era lo suyo", así describió una de las víctimas las violaciones de su padre adoptivo, Fritz H., "Un verdadero cerdo sucio". A pesar de que Kentler sostuvo que los menores pasaron en adopción a la edad adolescente, uno de ellos sostiene que el pedófilo lo violó a él y a uno de sus hermanos adoptivos desde la primera infancia, hasta que tuvieron alrededor de 14 años, y todo bajo la responsabilidad de la oficina de bienestar juvenil de Schoneberg, recoge Berliner Zeitung.
Hasta ahora, ambos chicos son las únicas víctimas conocidas públicamente que han sido puestas en manos de un pedófilo por las oficinas de bienestar juvenil de Berlín y bajo la influencia del profesor Kentler. Ambas víctimas han demandado al Estado por el trauma que vivieron, pero el Senado de Berlín hasta ahora les ha negado un juicio, argumentando que los delitos habrían prescrito.
Según confiesa uno de ellos, en total 9 niños adoptivos fueron víctimas de la agresión sexual de Fritz H. "Éramos de su propiedad", asegura. Un niño discapacitado incluso murió estando bajo su custodia. Asimismo, recuerda que cuando tenía 5 años, el agresor se lo llevó de la oficina de bienestar juvenil contra su voluntad a su apartamento. "Simplemente me llevaron allí".
Por su parte, los investigadores de la Universidad de Hildesheim describieron el esquema como una red entre instituciones educativas. Todavía se desconoce el número exacto de víctimas, y muchos archivos relacionados con la red siguen clasificados por las autoridades municipales y estatales, pero los investigadores afirman que los servicios sociales permitieron a los pedófilos cazar con impunidad en toda Alemania.
Mira la programación en Red Uno Play
01:00
03:00
04:00
04:40
04:45
05:55
01:00
03:00
04:00
04:40
04:45
05:55