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Escasez de dólares, de combustibles y “soluciones estructurales”

12/09/2024 12:19

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Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo
que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…

Una vez más, Bolivia ve impávida cómo cuatro millones de hectáreas de incendios forestales devastan
ecosistemas, acaban con animales, plantas y microorganismos, y provocan la muerte de seres humanos
(“Dos personas aparecen calcinadas en un vehículo mientras se sofocaban los incendios forestales cerca
de Roboré”, EL DEBER, 27.07.2024). Qué decir de la humareda que afecta la salud de pueblos enteros
en el campo y de comunidades indígenas, y la contaminación ambiental en gran parte del territorio, a lo
que se suma un doloroso daño económico ¡cuánta gente lo perdió todo!

Duele ver al país otra vez convulsionado por insufribles bloqueos, como si la cultura del bloqueo nos
hiciera bien, llegándose a hablar incluso de no dejar pasar alimentos a las ciudades ¿hasta cuándo lo
permitiremos?

En el ámbito económico: La inflación trepó al 4,61% hasta agosto, rebasando la meta de 3,60% para
todo el año; la escasez de dólares hace subir el costo de importación de manera generalizada; muchos
productos salen al exterior de contrabando, al no tener ya un “Boliviano fuerte”, siendo que la moneda
fuerte ahora es el dólar; la producción de alimentos ha caído por la sequía, inundaciones y heladas; el
crecimiento del PIB, con 1,31% a marzo está muy lejos del 3,71% proyectado para el 2024; hay un
nuevo déficit comercial este año y la pérdida de empleos en el sector legal y formal, es terrible.

Sumemos a ello la pelea al interior del partido gobernante, más las expresiones de disconformidad con
los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2024, y la consecuencia es un mayor
deterioro de nuestra calificación de riesgo país, llegando a un triste liderazgo latinoamericano.
El “cherry sobre la torta” fue la expectativa causada por el Presidente del Estado, anunciando que iba a
dar una explicación, el domingo 8 de septiembre a las 8.00 p.m., sobre los orígenes y causas de la falta
de dólares y combustibles, y las soluciones estructurales. Profundas conjeturas se tejieron temiéndose
el posible anuncio de medidas contraproducentes que podrían empeorar la situación.

Llegó el día y lo visto fue casi una cátedra con una profusión de data y una explicación sin estridencias,
como pocas veces en el Primer Mandatario, quien no dudó -en cuanta ocasión pudo- en echar la culpa
de lo que pasa hoy, al gobierno de Evo Morales, del que fue Ministro de Economía y Finanzas
Públicas, además de gestor del Modelo Económico Social Comunitario y Productivo que hoy cojea.
Acusó al gobierno de Morales de descuidar la nacionalización y que la falta de inversión en
exploración provocó la caída de la producción de combustibles con una dependencia creciente de su
importación, a mayores precios en el tiempo; habló de un “sabotaje y bloqueo en la Asamblea
Legislativa Plurinacional” al no aprobar créditos por 1.077 millones de dólares y dijo que, compramos
cada vez más caro del extranjero, por la inflación mundial.

Las “soluciones estructurales” fueron, el deseo de aumentar la producción nacional de combustibles
fósiles y biocombustibles, y las medidas de corto plazo, facilidades para exploración y explotación de

hidrocarburos; control de abastecimiento de combustibles; negociaciones con países proveedores;
incentivos a la exportación; levantamiento de restricciones a los criptoactivos y la creación de la
Ventanilla Única de Comercio Exterior.

Las reacciones por las redes no se hicieron esperar, superando las críticas a las alabanzas, diciendo que
lo expuesto no soluciona la falta de divisas, la inflación y la provisión de combustibles, además que no
habló del déficit fiscal, pero sí de 170 empresas públicas, cuando lo deseable es ir a una disciplina
fiscal.

En lo que a mí respecta, me llamó la atención que no se hable de otra Ley de Hidrocarburos; también,
que la planta de biodiésel HVO se instalaría en Puerto Suárez, frontera con Brasil, cuando el mayor
consumo está en el hinterland de Santa Cruz; cabe recordar que IBCE y CAINCO propusieron hace 16
años que se autorice al sector privado producir biocombustibles sostenibles para el país.
Respecto a aquello de que los privados no generan suficientes dólares para importar, de ser cierto eso
(siendo que no es abierta tal información), los empresarios no han podido producir ni exportar mucho
más por la inseguridad jurídica (avasallamientos); restricciones a la exportación (prohibiciones, cupos);
no autorización del uso de biotecnología (productividad); negativa a los Acuerdos de Libre Comercio
(mercados); irregular provisión de diésel; falta de un Fondo de Promoción de Exportaciones como el
que hay para sustituir importaciones; burocracia estatal y reticencia a un trabajo público-privado, p. ej.,
para convertirnos en un gran país agroexportador, siendo que más del 90% de los alimentos
consumidos en Bolivia, lo producen los privados ahorrándole divisas al Estado…

Aviso Editorial de Red Uno - Los artículos que son publicados en nuestra sección Opinión dentro de reduno.com.bo, corresponden únicamente al criterio de sus autores y no son parte de la línea editorial de Red Uno.

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