Emboscaron y asesinaron a dos líderes de la barrabrava de Rosario Central luego de un partido de fútbol

El jefe de la barrabrava de Rosario Central, Andrés "Pillín" Bracamonte, de 53 años, y su principal colaborador, Daniel "Rana" Atardo, de 55 años, fueron asesinados a balazos la noche del sábado en las inmediaciones del estadio Gigante de Arroyito, en Rosario (Argentina), tras un partido de la Liga Profesional de Fútbol. La policía y la fiscalía de Santa Fe confirmaron el hecho este domingo.

Según los primeros informes, Bracamonte y Atardo se trasladaban en una camioneta cuando fueron emboscados por al menos dos individuos que se acercaron a pie y les dispararon múltiples veces.

Ambos hombres resultaron gravemente heridos y, a pesar de ser auxiliados por testigos que los trasladaron al hospital, fallecieron poco después de llegar al centro de salud. La emboscada ocurrió a pocos metros del estadio, donde Rosario Central había perdido 1-0 ante San Lorenzo. Cabe destacar que ese partido se jugó sin hinchas visitantes.

El jefe de la policía de Santa Fe, Luis Maldonado, expresó su preocupación por las posibles represalias entre barras rivales y aseguró que se trabajará "fuertemente" para esclarecer el crimen y dar una pronta respuesta a la sociedad. Las primeras hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas interno entre los integrantes de la barra brava de Rosario Central, debido a la conflictiva historia del grupo.

Bracamonte, quien había sido objetivo de varios atentados en los últimos años, no pudo ingresar al estadio debido a la sanción del "derecho de admisión" por su amplio prontuario judicial, que incluía causas por violencia de género, asociación ilícita, extorsión y lavado de dinero. El último intento de asesinato en su contra ocurrió en agosto, cuando fue baleado junto a su pareja mientras circulaban en moto.

l líder barrabrava había sido citado recientemente a un juicio por violencia de género, en el cual la fiscalía había solicitado una condena de dos años de prisión efectiva. A lo largo de su carrera al frente de la barra de Rosario Central, Bracamonte había sobrevivido a cerca de 30 atentados contra su vida.

El crimen de Bracamonte y Atardo se suma a una larga lista de hechos violentos relacionados con las barras bravas en el fútbol argentino, un fenómeno que ha cobrado más de 300 vidas en las últimas décadas, según datos de la ONG "Salvemos al Fútbol".

La fiscalía de Rosario ha ordenado la revisión de cámaras de seguridad en la zona y la toma de testimonios para avanzar en la investigación. El ataque, que ocurrió en un contexto de creciente violencia en la ciudad, ha generado una fuerte preocupación sobre las posibles repercusiones en el ámbito de las barras rivales.