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Red Uno Bolivia.- Estudios recientes muestran resultados contradictorios: tener jefas puede ser un verdadero dolor de cabeza pero también un regalo del cielo. Sea o no cierta esta teoría, aquí te damos estos tips para que los tomes en cuenta.
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1. Para ella ha sido más difícil llegar donde esta
Tu jefa, seguramente, ha pasado por muchos episodios en los que se le ha puesto en tela de juicio por su género y, cada vez, ha sido capaz de superarlo con talento y voluntad. Eso le hará más exigente, sin dudas, pero también justa y capaz de captar que eres bueno en tu trabajo y mereces ser premiado. No andes lamiéndole las botas, eso no va a funcionar. Trabaja y supérate.
2. No se anda con rodeos
Una mujer va a llamarle al pan, pan, y al vino, vino. Cuando tenga que requerirte, va a hacerlo de manera brutal. Lo bueno de eso es que sabrás a qué atenerte sin mensajes confusos. Igualmente, cuando lo merezcas, sus halagos serán sinceros. En los dos casos, el consejo es no tomar nada como algo personal. Asúmelo, analízate y sigue adelante.
3. Tienen días menos sociables
¿Y crees, de verdad, que eso solo pasa con las mujeres? Si es así, de nuevo, el del problema eres tú y tienes que quitarte de encima esa misoginia del siglo XX. Cuando la jefa ande de mal humor (insistimos que también te puede pasar con un jefe varón), dale su espacio y no la atormentes con tonterías para llamar la atención. Concéntrate en lo tuyo y pasa por alto si te gruñe. Es algo pasajero y, muy probablemente, no tiene que ver contigo.
4. Son muy seguras de sí mismas
Es cierto. Tienen que serlo para haber llegado a una posición de liderazgo. El consejo para conducirte bien con ella es reconocerlo y tomarla como inspiración.
5. Exige que cumplas con los tiempos
Las mujeres en general son más organizadas, multi-oficios y cumplen exhaustivamente con los calendarios. Para eso las ha preparado la vida desde siempre. Te toca ser el doble de cuidadoso. Si ves que no alcanzas al calendario, déjaselo saber con tiempo para hacer ajustes. Sobre todo, no prometas lo que no puedes cumplir, aunque eso presuponga que le pasen la tarea (y el mérito) a tu compañera del cubículo siguiente.
6. Va a respetar tu vida personal
Ella sabe lo que significa un padre y esposo siempre ausente del hogar, así que te entenderá. Establece comunicación con ella y déjale saber que necesitas que se respeten tus horas libres para dedicarlas a tu vida privada, pero sé sincero. Nada de inventos y excusas infantiles. Ella va a adivinarlas antes que a ti se te hayan ocurrido.
7. Competencia de género
De nuevo, el machista que llevas dentro pudiera querer competir con ella y perder tiempo comparando cómo te trata y cómo es con las chicas de la oficina, en busca de algún trato preferencial con ellas. No caigas en ese error. Si una mujer es competitiva, lo es, sobre todo, con ella misma como referente. No eres tan importante como para que te tome a ti en calidad de contrincante. Haz lo mismo tú. Imponte tus propios retos sin mirar al lado ni arriba. Busca conseguir tus metas y, siempre, ten en cuenta que los logros son tuyos, como también lo son de tus compañeros y, sí, de esa jefa que les guía e inspira.
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