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“Maldita la hora que mi hija conoció a ese mantenido que la mató”, dijo la madre de Shirley

La madre de la víctima no encuentra consuelo a la terrible pérdida, en el juicio dijo que su hija soñaba con tener un hijo.

15/11/2021 12:39

Sacaba, Cochabamba

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A dos años de la muerte de Shirley Nila García Barrientos, Rodrigo Villarroel Rojas fue hallado culpable del feminicidio, ocurrido el 3 de noviembre de 2019. Los jueces del Tribunal de Sentencia 1 de Sacaba valoraron las pruebas periciales, documentales y testificales presentadas y lo condenaron a 30 años de reclusión en “El Abra”.

El cuerpo sin vida de fue abandonado en un turril en el sector de Paracti, camino al Trópico. El cuerpo cuando fue encontrado por los comunarios estaba colocado de cabeza en el interior luego de morir asfixiada.

La víctima mantenía una relación esporádica con el imputado, el 1 de noviembre se enteró que tenía una relación sentimental de tres años con Pamela R.M., la contactó y le dijo que estaba embarazada de Rodrigo.

La segunda pareja del imputado terminó su relación, el hombre negó estar con Shirley, pero juró que se vengaría por la mentira del embarazo y que esta pagaría con su vida.

El 3 de noviembre de 2019, Shirley y Rodrigo acordaron verse para que él vea el resultado del examen de laboratorio. Desde entonces, la mujer desapareció. El 18 de noviembre de 2019, su cadáver fue hallado dentro de un turril de plástico.

 “Los jueces condenaron a 18 meses de cárcel a otras tres personas que, tras el crimen, encubrieron el caso destruyendo evidencia, para tratar de que Rodrigo no pague su culpa. Ellos son su hermana, Aidé Villarroel, su ex enamorada, Neyva Torrico, y el ex policía Diego Céspedes, ya sentenciado por otros delitos, y que se hacía pasar por abogado, siendo gestor de un bufete”, informó la abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez.

"Mi hija soñaba con tener un hijito. En qué maldita hora conoció a este Rodrigo, un mantenido que me la ha matado. En vez de que mi hija me entierre, yo la he enterrado a ella. ¿Cómo puede ser eso? No puedo resignarme, mi dolor es muy hondo", dijo Nora Barrientos de García, la madre de Shirley en el juicio.

La víctima se ganaba la vida vendiendo uniformes e implementos policiales. Ella mantuvo una relación intermitente por cinco años con Rodrigo Villarroel, de 27 años, en ese entonces.

"El crimen se cometió en su casa, en Punata. Luego se la llevó el cadáver hacia el Trópico y lo abandona en un turril en una caída de Paracti, antes de llegar a la tranca, donde podrían descubrirlo. Un motociclista fue quien halló el turril y dio aviso al Comando de Umopar", detalló Cortez.

Rodrigo Villarroel no tiene sentimientos de culpa o remordimiento, sino que más bien justifica sus acciones. También revelan que desarrolló una fuerte dependencia emocional hacia su familia y una inmadurez cognitiva propia de una persona de 18 años.

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