Elecciones: Entre el miedo y la incertidumbre, Ecuador acude a las urnas este domingo

Para este domingo 20 de agosto, más de 13,4 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para participar en unas elecciones generales sin precedentes en Ecuador. Este proceso electoral se lleva a cabo en medio de una escalada de violencia atribuida al crimen organizado, que ha sumido al país en un estado de incertidumbre y preocupación. Uno de los episodios más trágicos en este contexto fue el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

El proceso electoral comenzó el pasado jueves con el voto de los presos que aún no han recibido sentencia en firme, y continuó el viernes con el voto en casa para personas mayores de 50 años o con discapacidades superiores al 75 %. Los ecuatorianos se enfrentan a la importante tarea de designar al sucesor o sucesora del actual presidente, el conservador Guillermo Lasso, además de elegir a los 137 nuevos miembros de la Asamblea Nacional.

Los ganadores de estas elecciones tendrán la responsabilidad de completar el mandato de Guillermo Lasso (2021-2025), quien optó por no buscar la reelección ni presentar listas para la Asamblea. La contienda presidencial presenta a ocho postulantes, entre ellos la abogada y exasambleísta Luisa González, candidata del movimiento correísta Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017). También compiten el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, el exlegionario y empresario especialista en seguridad Jan Topic, el indígena ecologista Yaku Pérez, los empresarios Xavier Hervas y Daniel Noboa, el abogado independiente Bolívar Armijos y el periodista Christian Zurita, quien sustituye a Villavicencio y está a la espera de concluir el proceso de inscripción.

En esta contienda electoral, los candidatos centraron sus campañas en ofrecer diversas propuestas para abordar una de las principales preocupaciones de la población: la inseguridad y la violencia sin precedentes que han azotado a Ecuador. Las autoridades atribuyen esta situación al crimen organizado y al narcotráfico. En solo cinco años, la tasa de homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes aumentó de 5,8 en 2017 a 25,32 en 2022, marcando un preocupante hito en la historia del país.