Abuela y nietos comieron pasteles envenenados

Toda una tragedia familiar se vivió en la zona de Sivingani, al sur de la ciudad, una mujer de 76 años que vivía sola, por descuido usó raticida cuando preparaba pasteles, consumió lo que había hecho y falleció.

Su hijo y nuera encontraron el cuerpo sin vida dentro de la habitación, aterrados con el hecho pidieron ayuda a los vecinos para sacarla.

“Alzamos una colcha y como estaba caliente todavía, con mi esposo pensamos que podría seguir respirando (…) La sacamos por la pared de los vecinos, pues la casa estaba cerrada, recibimos ayuda para llevarla al Hospital Cochabamba, pero llegó sin signos vitales”, declaró la nuera.

La pareja llevó sin saber el resto de los pasteles a su domicilio, los dejaron en la cocina, al alcance de sus hijos, quienes los consumieron, sin saber que tenían raticida. Adamaris (13) y Adrián (4) comenzaron a convulsionar.

Cuando la madre los encontró botaban espuma por la boca, el niño de 4 años sería el más afectado debido a que consumió una pieza completa del pastel.

“Llegué y le dije a mi hija que has comido, mi niña me dijo ‘sólo hemos comido esos pasteles que has traído’, suponemos que es eso porque el doctor los revisó y nos ha dicho que contenía raticida”, relató llorando la madre.

Ahora investigan que tipo de veneno usó la abuela de los niños, para ayudar a los menores. Adrián se encuentra en terapia intensiva, su hermana está fuera de peligro, ambos menores se encuentran en el Hospital Univalle.

La familia de Adrián necesita ayuda, son de escasos recursos económicos y no tienen dinero para solventar los gastos médicos, la madre de los niños es ayudante de costura y su esposo ayudante mecánico.

La población puede ayudar comunicándose al 717-12584 número de Maribel, mamá de Adrián o realizando un depósito en el Banco Fassil: caja de ahorro 3346231 en bolivianos, a la cuenta de Óscar Escóbar C.I. 6521411 Cbba.