Ejercicios militares donde se consume sangre de animales podría provocar una nueva pandemia

 El grupo de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) ha enviado una carta urgente al Secretario de Estado de Defensa, Ben Wallace, instándolo a exigir que los organizadores de los ejercicios reemplacen permanentemente el uso de animales vivos en los ejercicios de supervivencia para la obtención de alimentos con métodos de entrenamiento sin animales.

Enviar personal militar a Tailandia para beber la sangre de serpientes decapitadas podría desencadenar la próxima pandemia.

El uso de animales vivos durante Cobra Gold plantea un riesgo de propagar enfermedades zoonóticas similares a COVID-19, poniendo en peligro a las tropas y al público en general. Los virus como el SARS-CoV-2 probablemente se originaron en murciélagos y se transmitieron por primera vez a los humanos a través del contacto con un huésped animal intermedio.

Si bien el ejercicio de entrenamiento se comercializa como un simulacro de adquisición de alimentos, los funcionarios han admitido que tiene la intención de generar camaradería entre las tropas de una manera que se asemeja a un ritual de novatos. Este objetivo podría lograrse de manera fácil y segura a través de otros medios que no impliquen hacer que los animales sufran y mueran.

El año pasado, se registró a los participantes matando pollos con sus propias manos, despellejando y comiendo geckos vivos, consumiendo escorpiones y tarántulas vivos, decapitando cobras y bebiendo su sangre, y disfrutando de la matanza y consumo ritual de animales.

Está previsto que miles de militares de todo el mundo viajen a Tailandia en agosto para los ejercicios militares conjuntos Cobra Gold.