Gobernación desmiente uso indebido de vehículo oficial

Este miércoles 16 septiembre en horas de la noche uniformados de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Quillacollo, aprehendieron al secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, David Molina, quien presuntamente se encontraba en estado de ebriedad y repartiendo material de propaganda política del Movimiento Al Socialismo (MAS).

“Personal de Colapirhua procedió a la retención en principio de un vehículo, porque la denuncia era que tal vez estaría consumiendo bebidas alcohólicas. Fue conducido a dependencias de la FELCC. Este caso ya fue declinado la a fiscalía Anticorrupción”, informó el Comandante Departamental de la Policía, Cnl. Javier Mendoza.

El director de la Felcc de Quillacollo, Fabio Vargas, señaló que solo se arrestó al chofer, mientras que Molina fue puesto en libertad.

El secretario de Desarrollo Productivo desmintió las acusaciones en su contra respecto a su detención en presunto estado de ebriedad y haciendo campaña política en un vehículo de la Gobernación.

“No se encontró ningún caso de la mencionada información, más aún, quiero mencionar a todos aquellos que dañaron mi ética de trabajo. Haciéndome mala fama, por tema de ebriedad y mal uso de vehículo, pido que en 24 horas se retracten, de no ser así interpondré acciones legales”, aseguró Molina.

En la audiencia de requisa del vehículo no se encontró ningún elemento vinculado al uso indebido de bienes,  sostuvo el director de Asuntos Jurídicos y Normativos, José Gutiérrez. “No encontramos ningún elemento que acredite o justifique el por qué se ha retenido el vehículo”, señaló.

El miércoles 16 de septiembre, Molina fue interceptado a la altura del kilómetro 8 de la avenida Blanco Galindo por efectivos policiales y fueron conducidos junto a su vehículo y el conductor a la FELCC de Quillacollo.

El funcionario dijo que retornaba de Tarata, donde acudió por una denuncia de avasallamiento de tierras en predios del centro experimental de Tarata, de propiedad de la Gobernación. Califica la acción policial como un caso de “mala información”.