Canes que atacaron a mujer de 90 años serán evaluados por expertos

Este jueves, Elena Torrico Almaraz, de 90 años, perdió la vida tras ser atacada por sus propios perros en su casa.

La mujer falleció camino al hospital. Familiares y conocidos asistieron a darle el último adiós en el salón velatorio ubicado en la zona norte de la ciudad de Cochabamba.

La dueña de los canes es la hija de la víctima, quien le dejó a cargo de los animales mientras iba a trabajar. El inmueble tenía un gran patio, donde se encontró 25 canes, incluyendo siete cachorros, con cuadros de desnutrición crónica. Ocho perros tienen manchas hemáticas y están en observación en Zoonosis. Deben presentar documentos de sus vacunas y otros.

"Lo primero es evaluar a los que están con manchas hemáticas, sangre en el pelo, para responder a los requerimientos legales. Luego, haremos una evaluación etológica profunda con el equipo multidisciplinario y apoyo externo de expertos en conducta canina. Vamos a ver cuáles de estos animales son más reactivos, tienen más agresividad para establecer una terapia posterior", indicó el responsable de Zoonosis, Diego Prudencio.

Sin embargo, no descartó la eutanasia. "La idea es dejar para el último siempre la eutanasia, que tampoco es una opción que está muy lejos, puede darse, pero primero la evaluación", afirmó.

Explicó que con los cachorros, algunos de 15 días, otros de 40, serán desparasitados, vacunados y reinsertados.

"Eran 18 perros adultos. La mayoría de ellos, salvo dos, están con una condición muy mala, tienen desnutrición crónica, condición corporal deficiente, costillas muy visibles y palpables. Eso es por periodos de inanición y falta de comida muy prolongada, lo cual exacerba los instintos de animales porque de por medio tienen falta de etapa formativa, de socialización cuando eran cachorros o en etapa juvenil. Van a conformar perritos con característica reactiva, de agresividad", explicó.

Prudencio presume que fue un ataque múltiple de todos los canes en el lugar, pero algunos tuvieron mayor interacción en la agresión.

"Identificamos ocho perros de talla pequeña, mediana con manchas hemáticas, con sangre en el pelo del cuello, pecho y cara. Es un número importante. Todos tienen una característica homogénea, participaron de forma masiva y produjeron un daño importante", detalló.

La propietaria pidió un plazo hasta mañana para presentarse. Desde la vía administrativa de Zoonosis le impondrán la sanción máxima que es 1.000 bolivianos por "falta de atención médico veterinaria y cumplir con las necesidades fundamentales de los animales".

"Con el resto que no presentan manchas hemáticas, vamos a proceder a la inoculación de reconstituyentes, de multivitamínicos, apoyarlos para rehabitarse del estado que tienen, que no es bueno, por la desnutrición crónica marcada. Hubo falta de control reproductivo, al parecer vienen de los mismos progenitores, son camadas que han ido naciendo y probablemente por endogamia. Otro perrito es más grande y es diferente, tiene una afectación severa ocular, estamos coordinando su reinserción. Esto es un problema de personas, no de perros", agregó.

"Se comían a las crías"

Vecinos de la anciana indicaron que denunciaron, al menos, tres veces a Zoonosis la situación de maltrato animal que vivían los perros, ya que no tenían alimentos. Esto, según afirmaron, provocaba que los canes se devoraran entre ellos.

"Zoonosis citó a la dueña de los perritos. Pero lamentablemente la señora no quería deshacerse de ellos, supuestamente por cariño y por pena. Vivían con mucha hambre, entre ellos también se comían. Cuando había una nueva camada, se comían a las crías. No son perros asesinos, sino que la precaria situación y el hambre les llevó a esto", develó una vecina.

Asimismo, pidieron que la propietaria de los animales sea sometida a un examen psicológico. "No sabemos si trabaja y de qué vivía. A simple vista y conversación con ella, sabemos que no está con sus facultades mentales normales. Deberían asistirla con el tema psicológico", agregó.

A su vez, el yerno de la víctima afirmó que los perros no eran agresivos, que eran alimentados día por medio. Algunos fueron adoptados por ellos y otros pertenecían a sus tíos que fallecieron el año pasado.

"Ella (la hija) trabaja de limpieza, día por medio, y le dejaba unas horas (a su madre)", explicó.