09/06/2022 - 10:01

"No puedo más, quiero que lo saquen": el ruego de la niña violada y embarazada por su abuelo

Los médicos del Hospital Materno aseguran que no se puede interrumpir el embarazo.

Redacción

Red Uno de Bolivia

Niña violada y embarazada
Cochabamba, Bolivia

La menor de 12 años que fue violada y embarazada por su abuelo en Chimoré entre llantos, sollozos y ruegos pidió que se le interrumpa el embarazo.

"No puedo más, quiero que lo saquen. Ya no tengo fuerzas, quiero regresar a mi casa con mis hermanitos. Ya no quiero esto para mí", dijo la niña, según informó la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz.

La autoridad observó que el hospital indicara que se debe esperar cinco semanas más para una intervención.

"Quieren cinco semanas más de tortura para esta menor. No han hecho ningún tipo de valoración integral respecto a la salud y vida de la menor", dijo Cruz y afirmó que la niña se encuentra en riesgo.

Desde el Hospital Materno Germán Urquidi de Cochabamba, luego realizarse valoraciones médicas, señalaron que no van a interrumpir el embarazo porque ya son 6 meses de gestación. En esta etapa, ya no es posible una interrupción legal del embarazo. Además, lamentan la presión que ejercen instituciones públicas que no escuchan argumentos médicos.

"La Defensoría viene a presionar para que se tenga que interrumpir sin importar la edad gestacional, no están viendo la parte técnica y la opinión de los médicos prácticamente no cuenta", dijo el director del Hospital Materno, José Pardo.

Explican que ya no se trata de un feto, sino de un niño formado en vientre, y una intervención en este momento, 29 semanas, puede generar complicaciones en el bebé y la niña víctima.

"Desde el punto de vista médico y de la norma de obstetricia, el aborto se refiere máximo hasta las 20 semanas de embarazo y, en Bolivia, hasta 22 semanas, pasa ese límite, ya se convierte en un parto prematuro. Se puede hacer cesárea, pero ya tiene condiciones de sobrevida ese niño. Además, como no es habitual, es una histerectomía, la hemorragia es mayor, el grado de infecciones es mayor, que si el embarazo tuviera 8 o 9 meses. Entonces, hacer una cesárea a un útero, una matriz de una niña es prácticamente partir al útero en dos para que salga el bebé", agregó el galeno.

Aseveran que, como hospital maternológico, aplican la ley, cuando (las víctimas) cumplen la edad gestacional correspondiente a la interrupción legal del embarazo. En el lugar, se hicieron varias interrupciones a menores.

Entonces, se podría realizar una cesárea, pero cuando el bebé termine su formación.

"Vamos a realizar la interrupción del embarazo, pero garantizando la sobrevida de este bebé prematuro. De nacer en este momento, como es el requerimiento de la Defensoría estamos condenando a este niño a que nazca con parálisis cerebral, ceguera, problemas cardíacos, respiratorios y renales de por vida", dijeron los integrantes de la junta médica.

"Estamos por la vida. No es justo para un niño que no puede expresarse. Defendemos los derechos de ambos", agregaron.

La jefa de la Defensoría de la Defensoría de la Niñez, Cinthia Prado, advierte de consecuencias físicas y psicológicas en la víctima.

"No está capacitada biológicamente, afectivamente, ni psicológicamente para asumir esta gran responsabilidad. La afectación es bastante grande. La niña está en una edad de desarrollo por tanto es una situación muy difícil de sobrellevar", dijo.

La institución dará apoyo a la niña y su familia, sobre todo, abordaje psicológico.

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