Pedófilo piden perdón para que no lo castren

Los pedófilos condenados obligados a someterse a una castración química en Kazajstán salieron en la televisión pidiendo perdón por sus crímenes mientras describían su dolor y angustia.  

El exestado soviético ha sido pionero en nuevas y duras leyes contra todos los hombres declarados culpables de delitos sexuales contra menores.

La castración química se lleva a cabo mediante inyecciones regulares y continuará incluso después de que se cumplan largas condenas de cárcel.

Un violador de niños ha descrito "tan doloroso" después de su primera inyección que "no se lo desearía a mi peor enemigo". Pidió la prohibición del procedimiento que calificó como "bárbaro". 

En una evidente campaña mediática de las autoridades para advertir a los posibles agresores sexuales masculinos, otro convicto suplicó en vivo: 'Ahora lamento haber cometido tal crimen. Con mi ejemplo, quiero mostrarles a los hombres que no deben cometer delitos tan terribles. 

Les ruego a los que me recetaron la castración química que cancelen su decisión.

Los resultados de la drástica ley

Kazajstán afirma que su enfoque duro ha provocado una caída del 15% en los ataques a niños, aunque las estadísticas de delitos de pedófilos han aumentado, tal vez debido a niveles más altos de denuncia.

Una enfermera, Zoya Manaenko, encargada de castrar a los pedófilos en una cárcel kazaja afirman que el Occidente también debería seguir el ejemplo del exestado soviético. Insiste en que es correcto que los agresores sexuales de menores se enfrenten a este castigo máximo.

"Es necesario detener a estas personas de alguna manera", dijo Zoya, que trabaja en el hospital de una prisión.

“Cometen terribles crímenes contra los niños. Así que es correcto que la ley lo permita '.