Madre de Luis Rubiales termina en el hospital en su tercer día de huelga de hambre

La madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, tuvo que ser trasladada al hospital en su tercer día de huelga, luego de sufrir los estragos del calor, el cansancio y la falta de alimento dentro de la iglesia en la que se encerró, según reportó el párroco del templo de la Divina Pastora, donde todo sucedió.

De acuerdo con declaraciones del cura recogidas por la agencia EFE, la mujer fue trasladada a Urgencias del Hospital Santa Ana de Motril, en Granada, tras dos días y medio de huelga de hambre, con la que pedía una solución a la “cacería inhumana y sangrienta” que estaba sufriendo su hijo, además de solicitar a Jennifer Hermoso que dijera “la verdad”.

La protesta de Béjar comenzó el lunes, cuando se metió a la iglesia junto con la cuñada de Rubiales para protestar pacíficamente a favor de su hijo en medio de la polémica del beso no consentido que le propinó a la futbolista durante la ceremonia de entrega de medallas, después de que España ganara el Mundial, y cuando fue cesado temporalmente como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Después de que la llevaron en el hospital, el párroco habló con algunos periodistas que estaban afuera de la iglesia y contó qué fue lo que le afectó a la madre de Rubiales.

“Ha sido por el calor y por todo. Tenía los pies hinchados y se encontraba cansada. También estaba nerviosa”, comentó.

Al parecer, la mujer sufrió un importante hinchazón en las piernas, posiblemente por acumulación de líquidos, además de vómitos, mareos y angustia, así como un fuerte malestar físico que motivó que el médico que la atendió en la iglesia donde secundaba el encierro recomendara su traslado al centro sanitario.

Tras ser atendida en el nosocomio, la mujer fue dada de alta horas después, abandonó el servicio de urgencias del hospital pasadas las 23:30 horas de este miércoles acompañada de su hijo. Su paradero actual no fue revelado, aunque se informó que evoluciona de forma favorable al responder de forma satisfactoria al tratamiento que le dieron en el hospital.