Mineros inician el rescate del niño atrapado en un pozo

24/01/2019 10:08

Hoy puede ser la última noche que Julen Roselló, de dos años, duerma solo en las profundidades de un pozo en el Cerro de La Corona, en Totalán (Málaga, España). Recientemente terminaron los trabajos de acondicionamiento de la plataforma para acceder al pozo vertical paralelo donde el pequeño cayó hace 11 días.

Se empieza a desplegar el dispositivo de rescate, que está formado por 8 efectivos de la Brigada de Salvamento Minero desplazados desde Asturias; 10 guardias civiles (8 especialistas de Montaña y 2 de Actividades Subacuáticas); y 8 bomberos del Consorcio Provincial.

Después de varios días preparando el pozo paralelo al que retiene al niño desde hace ya más de 250 horas, y de no pocos contratiempos, el equipo de rescate de ocho mineros de la Brigada de Intervención de Hunosa se apresta a bajar a 70 metros de profundidad para cavar a mano el túnel de cuatro metros que les debe llevar, si nada se tuerce, al pozo en el que el pequeño, que presuntamente se cayó en la prospección realizada mientras su padre, que preparaba una paella, lo perdió de vista "un segundo", según su declaración.

"Ahora sólo queda comprobar bien los equipos con los que la Brigada va a bajar al subsuelo y asegurarnos de que todo está en orden, de que incluso los repuestos están disponibles", según información proporcionada a diferentes portales internacionales. La operación, en condiciones de extrema dureza, podría llevar 24 horas.

El papá de Julen casi lo salva

Fuentes de la Guardia Civil confirman que el padre ha mantenido ese mismo relato desde el primer momento. “Le dije que no se preocupara, que el hermanito le iba a ayudar”, confesó el propio José a Canal Sur por teléfono. El matrimonio perdió a un niño de dos años en 2017 a causa de un infarto.

“El chiquillo cayó de pie, con los brazos hacia arriba. Fue su padre quien lo vio caer -dice este amigo íntimo de José y Victoria-. Intentó cogerlo, metió su brazos para agarrarlo, pero no pudo hacer nada y el niño se resbaló hacia el fondo”, explica.

Esto es todo lo que se sabe hasta ahora:

Julen es un niño de dos años que cayó el domingo 13 de enero a un pozo de 100 metros de profundidad en Totalán (Málaga) y alrededor de 25 centímetros de diámetro. El pequeño pasaba un día de campo junto a sus familiares cuando cayó al estrecho foso del que los equipos llevan ya diez días tratando de sacarlo.

El niño es muy querido en el barrio de El Palo de Málaga, donde vive junto a sus padres. Tras el accidente, sus vecinos recordaron que es muy activo y que suele jugar en las calles de la barriada con su triciclo o su balón. Julen estaba especialmente arropado por sus vecinos, puesto que su hermano Oliver murió a los tres años de un infarto.

No se sabe. El operativo de rescate, en el que participan más de un centenar de personas de diferentes cuerpos e incluso un grupo de mineros desplazado desde Asturias, no ha podido establecer en qué estado se encuentra el pequeño desde que sufriera la caída el domingo.

Un tapón de piedras y tierra a unos 70 metros de profundidad en el pozo abandonado impide a los rescatistas, entre ellos bomberos, ingenieros y empresarios expertos en excavación, llegar al niño, del que se sospecha se encuentra atrapado bajo ese obstáculo.

José Antonio Berrocal, presidente de la Federación Andaluza de Espeleología, expresó su "absoluta confianza" en que el niño pueda estar vivo. Berrocal aludió a otros rescates en situaciones parecidas en los que "se ha podido rescatar a una persona con vida incluso diez días después" de ocurrir el suceso.

La clave, a su entender, pasa porque el tapón que impide llegar hasta el niño no sea hermético y por lo tanto Julen disponga de oxígeno y además que el pequeño esté en un estado de semiinconsciencia o, al menos, en una posición más cómoda.

En primer lugar, la excavación del túnel paralelo fue más lenta de lo que se había pensado, puesto que el terreno resultó ser más duro de lo esperado y había que administrar el uso de las máquinas para no averiarlas.

Las autoridades españolas han recibido ofertas de decenas de empresas internacionales para colaborar en la búsqueda, en la que coopera la firma sueca de geolocalización Stockholm Precision Tools AB, que participó en el rescate de los 33 mineros atrapados por 69 días en el norte de Chile en 2010.