Hace unos días el niño fue a pescar con su padre al lago Lake Mesters, donde localizó al causante de los estragos en la pesca local.
15/06/2019 11:00
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Connor Brocklesby, un niño de cuatro años de la ciudad británica de Scunthorpe, resolvió el enigma de los peces mutilados y con colas dañadas que desde hacía tres años preocupaba a los pescadores locales.
Hace unos días Connor fue a pescar con su padre al lago Lake Mesters, donde vio una tortuga de cinco kilos en la orilla y le pidió a su padre que la atrapara.
El animal resultó ser una tortuga caimán, cuya mordedura puede ser peligrosa para los humanos y que puede llegar a pesar 35 kilos. Presumiblemente, la tortuga fue la mascota de alguien que decidió deshacerse de ella, abandonándola en el lago.
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