Cochabamba celebra Santa Vera Cruz Tatala, la fiesta de la Fertilidad

En el kilómetro 7 de la avenida Petrolera, donde el asfalto cede paso al fervor popular, la parroquia de Santa Vera Cruz Tatala se convierte en el corazón palpitante de una de las festividades más antiguas y singulares de Bolivia: la Fiesta de la Fertilidad. Durante tres días del 1 al 4 de mayo la espiritualidad se mezcla con el canto, el fuego y la esperanza.

La festividad, con más de 500 años de historia, convoca a creyentes de todas partes del país que acuden a agradecer y pedir por fertilidad: humana, animal y de la Pachamama. Este 2 de mayo, la celebración alcanzó su clímax con una multitudinaria procesión de la imagen del Santo hasta el canchón, donde las ofrendas se alzaron como plegarias visibles al cielo.

“Este es el día central. Iniciamos con la procesión, luego la misa principal, el Festival de Coplas en la tarde y la emotiva bendición del fuego en la noche”, explicó el párroco del templo, mientras el incienso y la música llenaban el aire con un aroma ancestral.

No faltaron las tradicionales k’oa, challas, y las coplas improvisadas que rinden homenaje al Santo Tatala con humor, picardía y fe. La celebración es un crisol donde lo católico y lo originario se funden, mostrando el sincretismo que caracteriza la espiritualidad boliviana.

La expectativa es alta, se espera que más de 40,000 personas visiten la zona durante la festividad. Para facilitar el acceso, el tren metropolitano ha dispuesto un servicio especial hacia el lugar del evento.

Pero no todo es fiesta, las autoridades recomiendan precaución. “Pedimos que no lleven niños a la festividad y tengan cuidados con sus objetos personales. No dejen sus viviendas solas”, alertó el director de la Felcc, Cnl. Vanderley Flores, ante la masiva afluencia de público.

El domingo, la fiesta culmina con el cierre oficial y la última misa. Pero para muchos, la semilla de la esperanza ya ha sido sembrada.