Doña Marina enfrenta el crudo invierno en condiciones precarias: “Solo comemos una vez al día”

Con 59 años de edad, doña Marina Suárez, vecina del barrio 15 de Julio, vive en condiciones de extrema vulnerabilidad. Su vivienda, deteriorada por el paso del tiempo, carece de paredes sólidas y el techo presenta múltiples goteras, lo que transforma cada jornada en una lucha constante contra el frío.

“Yo me paro junto a mi fueguito para calentarme las canillas por lo menos”, relató con resignación.

La crisis económica ha golpeado duramente a su familia, que hoy solo puede permitirse una comida al día. La situación dista mucho de tiempos anteriores, cuando lograban alimentarse con mayor regularidad.

“Antes comíamos hasta cuatro veces al día, pero ahora no me alcanza. Ya no comemos carne, solo majadito; un día tostado y al otro batido, porque no alcanza para más”, lamentó.

La situación emocional de doña Marina es igualmente difícil. Con la voz entrecortada y visiblemente afectada, hizo un llamado a la solidaridad de la población para obtener ayuda, especialmente con ropa de abrigo para ella y sus nietas, así como víveres de primera necesidad.

“La situación está muy grave. Tengo varios nietos y me siento impotente”, expresó entre lágrimas.