“Hemos amanecido aquí”: Frustración, caos y quejas en las largas filas de personas que buscan combustible

Tras el fin de los bloqueos que paralizaron diversas regiones del país, la situación en las estaciones de servicio de Santa Cruz sigue siendo alarmante. A pesar de que la medida de presión fue levantada ayer, miércoles, los surtidores de la capital cruceña y sus alrededores aún presentan extensas filas de vehículos que buscan abastecerse de gasolina y diésel.

Las filas de vehículos se extienden por varias cuadras, alcanzando en algunos casos un anillo a otro y generando caos en las principales vías de la capital cruceña. “Nos encontramos desde ayer en la noche, recorrimos todos los surtidores de la ciudad y todos están llenos”, comentó un repartidor visiblemente agotado. Otro conductor de micro compartió la misma preocupación: “Esperamos que llegué combustible, ojalá alcance para todos”.

“Ya llegó combustible ojalá alcancemos a cargar, se puede trabajador dos días a la semana y luego hacer filas, así no se puede y a veces no encuentras combustible”, dijo un conductor de micro que aguarda en un surtidor de la Radial 10 y séptimo anillo

Los puntos más críticos se ubican en el segundo anillo de la Virgen de Cotoca, la avenida Paurito y otras zonas populares como Plan Tres Mil y San Aurelio. La escena es similar en provincias como Pailón, donde los productores han reportado una carencia de diésel que agrava la situación económica en áreas rurales.

Para enfrentar la demanda, algunas estaciones han comenzado a racionar la venta de combustible a solo Bs 100 por vehículo, lo que ha provocado una mezcla de ansiedad y desesperación entre los conductores. Muchos ciudadanos aseguraron que esta escasez les impide realizar sus actividades diarias, como asistir al trabajo o llevar a sus hijos a la escuela. La situación ha llegado a tal punto que incluso se han registrado altercados en las filas de espera.

“Estamos aquí desde las 16:00 de ayer en las largas filas y no sabemos si va llegar la gasolina, nos dicen una hora y hasta ahora llega. Nos perjudica porque tenemos que ir a nuestro trabajo, llevar a los hijos al colegio y sin combustible no podemos hacer nada”, indicó un ciudadano.

Mientras los rostros de los conductores reflejan cansancio y resignación, la esperanza de una solución rápida parece desvanecerse. La crisis de abastecimiento sigue afectando a una gran parte de la población, que espera con incertidumbre la normalización de un recurso esencial para su movilidad y vida cotidiana.