"La verdad se sabrá en su momento": Hamdan asegura que lo usan como "chivo expiatorio"

Fernando Hamdan, uno de los acusados por la revuelta militar del pasado 26 de junio en plaza Murillo, se declara inocente y asegura que lo usan como "un chivo expiatorio". Por eso, exige su libertad.

"Por supuesto que soy inocente", afirmó el activista, cuando era trasladado de dependencias policiales a la unidad de desfile identificativo.

Hamdan es el comisionado en Bolivia de la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas (CIDHPDA), con sede en México.

"Esto ha sido un teatro donde a muchos inocentes se los está lastimando", dijo.

Fue aprehendido el fin de semana en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, detenido, trasladado La Paz y encarcelado por presuntamente conspirar con el general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército, para dar un supuesto golpe de Estado al gobierno de Luis Arce, según la acusación del gobierno.

"Hay una verdad que se va a saber en su momento y esto ha sido un teatro", agregó.

Reiteró que no participó en la organización de la revuelta militar y que su trabajo es defender los derechos humanos de los denominados presos políticos en el país.

"(Me acusan) por mi trabajo, por el efecto que yo genero", complementó.

Hamdan fue llevado a un desfile identificativo, donde administradores y empleados de un hotel deben confirmar o no la estadía del detenido en la ciudad de La Paz, los días 24, 25 y 26 de junio.

"Todo se va a saber en las declaraciones y se va a aclarar debidamente", remarcó.

Según afirmó el ministerio de Gobierno, el activista llegó a La Paz el 24 de junio, fue recogido del aeropuerto de El Alto por un miembro de Inteligencia del Ejército y fue trasladado hasta la plaza Abaroa, en el centro paceño, en un vehículo particular. Se alojó en un hotel que es propiedad de otro oficial del Ejército y pidió que no se le registre. Se reunió con Zúñiga durante varias horas en la noche.