Rumbo a Urkupiña 2022: realizan las misas de la quincena y ya se pueden adquirir "sueños en miniatura"

A pocos de los días centrales de la festividad de la Virgen de Urkupiña en Quillacollo, las actividades en el templo San Ildefonso se intensifican y comerciantes ya ofrecen una variedad de productos para los feligreses que llegan de todo el país y el mundo.

En el Santuario, se vienen desarrollando las misas de la "quincena", el tiempo de preparación hacia la festividad que, por tradición, se inicia el 31 de julio y concluye el 14 de agosto. Se celebra a las 6 de la mañana y a las 7 de la noche. La ceremonia de la mañana es celebrada por los sacerdotes del Santuario y algunos invitados. En la noche, está a cargo de representantes de parroquias que llegan desde Cochabamba.

"Este año, el tema es 'Caminar juntos'. El papa Francisco nos invita a vivir en un iglesia en comunión, en participación y misión. es denominado un tiempo de sínodo", informó un párroco del templo.

Los fieles llegan al altar para hacerse bendecir. Anoche, por ejemplo, todo un barrio asistió a la misa e hizo bendecir una imagen en gran tamaño que tenían de la Virgen e hicieron una pequeña procesión.

"Sueños en miniatura" a la venta

A la vez, en las afueras del templo de San Ildefonso, comerciantes ya se asentaron y ofrecen diferentes productos a los feligreses que llegan para hacer sus pedidos y agradecer a la Virgen de Urkupiña.

Así, algunos puestos de venta ofrecen autos en miniatura de todas las marcas y modelos conocidos, entre ellos, Lamborghini, vagonetas, tractores para agricultura desde 35 hasta 100 bolivianos con todos los documentos. También hay casitas y negocios que los visitantes adquieren con la esperanza de que un día todo eso se haga realidad. 

Una comerciantes comentó que, este año, la mayoría de las personas busca movilidades y bebés.

"La costumbre es comprar el bebé y hacer bendecir. En la iglesia tienes que sacar un pétalo de flor y así se cumple", explicó la vendedora. 

Otra novedad son las herraduras con locoto rojo para colgar en la puerta y protegerse del mal de ojo, la mala vibra, la envidia y proteger el hogar.