Sicarios acaban con la vida de excapo colombiano para callarle la boca

El barrio Pablo VI, de Bogotá se convirtió este viernes por la mañana en un campo de fusilamiento, donde fue asesinado el viejo y poderoso excapo del narcotráfico Luis Agustín Caicedo Velandia, quien iba en compañía de su abogado de confianza, Julio Enrique Acero, quien fue un exinvestigador de la Fiscalía, quien recibió dos impactos de bala en el pecho a los que resistió unos minutos antes de morir.

Luis Caicedo no tuvo la misma suerte, ya que le propinaron dos impactos fulminantes en el rostro que le quitaron la vida instantáneamente, dejándolo sentado en una silla de la plazoleta donde se había sentado. Todo apunta a un ajuste de cuentas, más allá de que el excapo haya pagado ya una condena por lavado de dinero y narcotráfico en Estados Unidos.

Fuentes federales dijeron en su momento a los medios, que desde su regreso a Colombia, Luis Caicedo estaba bajo la lupa, ya que estaban verificando información según la cual había reactivado viejos contactos en la mafia. Además, que varios de sus exsocios lo estaban buscando para que él se encargara de cobrar viejas cuentas.

De hecho, entre los móviles de su crimen está el de un ajuste de cuentas, y al momento se quiere escuchar al hombre que lo citó para saber qué información relevante tiene, además, de que se están revisando las cámaras de seguridad de la zona para llegar a los sicarios.

También se revisa el proceso en el que Caicedo debía ir a declarar en el caso que está relacionado con un viejo proceso, que data de 2014. Allegados a Caicedo señalaron que él había regresado a manejar negocios familiares y legales. De igual manera, aseguraron que no tenía ningún vínculo con equipos de fútbol ni cuentas pendientes con la justicia.