“Solo queremos saber si están bien”, claman los padres de los menores Nikeyla y Matías

La angustia de dos familias no cesa. Han pasado más de dos meses desde que Nikeyla Patzi (13 años) y Matías Mamani (15 años) desaparecieron en Llallagua, Potosí. Desde entonces, no han vuelto a comunicarse ni dar señales. Hoy, los esfuerzos por encontrarlos se han trasladado a Cochabamba, donde autoridades policiales y de la Defensoría de la Niñez han iniciado una intensa búsqueda.

Ambos adolescentes, que serían pareja, habrían abandonado sus hogares por decisión propia, sin avisar a nadie. La información es escasa, pero los indicios apuntan a que podrían estar en la zona del Chapare.

La directora de Género Generacional de la Alcaldía, Tatiana Herrera, confirmó que la unidad de Trata y Tráfico de la Felcc y la Defensoría realizaron este jueves operativos en la parada al Chapare, hostales y alojamientos de la avenida Aroma, y zonas aledañas al trópico cochabambino.

“Esta mañana ya hemos lanzado una campaña en coordinación con la Felcc. La búsqueda se intensificó luego de que choferes de la parada del Chapare indicaran que vieron al menor intentando comprar dos pasajes a Ivirgarzama. No se los vendieron, cumpliendo con la campaña que pide no permitir que menores viajen solos”, señaló Herrera. “Ambos fueron vistos en la zona, por eso seguimos los operativos en alojamientos y en Sivingani. No vamos a descansar”, aseguró.

La policía cree que los adolescentes aún podrían estar en el municipio de Cercado. La búsqueda se extenderá hasta altas horas de la noche y continuará los próximos días. Los padres, que llegaron a Cochabamba por su cuenta hace semanas, se unieron a los operativos con la esperanza de encontrar alguna pista.

“Los estamos buscando, no hubo ninguna pelea, nada. Era una niña muy ejemplar. Desconocemos por qué pasó esto”, dijo el padre de Nikeyla, con la voz quebrada. Por su parte, el papá de Matías relató que después de la desaparición, algunos compañeros del joven revelaron que la pareja ya había hablado de escapar. “Nos contaron que planearon seguir una ruta: Huanuni, Oruro y luego Cochabamba. Pero nadie lo creyó. A mi hijo le pido que me llame, solo quiero saber cómo está”.

La incertidumbre se ha vuelto una pesada carga para estas familias. Piden a la población que, ante cualquier información, se comuniquen con la policía o las autoridades. La búsqueda continúa.