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Los tres fracasos más grandes de Nintendo

La empresa emblemática de videojuegos, ha tenido desde su nacimiento, la capacidad de reinventarse, aunque también ha cometido grandes errores.

05/05/2021 19:05

Japón

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Quizás sea el precio a pagar por ir, con frecuencia, a contracorriente. O quizás esté propiciado por la capacidad de Nintendo de reinventarse y sorprender. Porque lo que es indiscutible es que esta empresa, que nació en el ya muy lejano 1889, sabe qué debe hacer para renovarse e imponerse a las circunstancias.

A continuación la lista de las tres consolas que fueron un rotundo fracaso para Nintendo:

Virtual Boy

Virtual Boy fue un fracaso desde un punto de vista comercial. En 1995, que fue cuando esta consola llegó a los mercados japonés y estadounidense (en Europa nunca llegó a comercializarse), Nintendo ya estaba firmemente asentada en la industria de los videojuegos. En aquel momento la familia de consolas portátiles Game Boy y la Super Nintendo funcionaban a las mil maravillas, y a los de Kioto les había ido muy bien con NES durante años.

Sin embargo, Virtual Boy, que había sido diseñada por un equipo liderado por Gunpei Yokoi, el mismo ingeniero que había contribuido decisivamente a la creación de buena parte del hardware que Nintendo había lanzado hasta la fecha, como las Game & Watch o la Game Boy, vendió tan solo unas 770.000 unidades.

Esta cifra no se acercaba ni remotamente a los casi 62 millones de NES que habían logrado colocar en el mercado. Y tampoco a las decenas de millones de Game Boy que ya habían vendido. Ni siquiera se acercaba a las cifras de Super Nintendo, que acabó vendiendo un total cercano a los 50 millones de consolas.

GameCube

GameCube era una buena máquina, dotada de un hardware muy capaz, pero tuvo la mala fortuna de verse obligada a competir con un auténtico titán como fue PlayStation 2.

La consola, tuvo que hacerse un hueco en un mercado mucho más competido que en generaciones anteriores. GameCube se enfrentó a la Dreamcast de Sega, a la primera Xbox de Microsoft, y, sobre todo, a la PlayStation 2, clara dominadora de esa generación.

Hasta GameCube Nintendo se mantuvo en la liza con la competencia por colocar en el mercado la máquina más potente en términos absolutos. Y es que el cubo de los de Kioto era más potente que PlayStation 2 y Dreamcast, aunque algo menos que la primera Xbox.

Aun así, Nintendo tomó una decisión arriesgada con esta consola al decantarse por distribuir los juegos utilizando un disco óptico propietario, conocido como GOD (GameCube Optical Disc), que no era otra cosa que un mini-DVD con una capacidad de 1,5 Gbytes. Su intención era dotar a su máquina de las ventajas que representaba la incorporación de una unidad óptica frente a los cartuchos (especialmente por su mayor capacidad de almacenamiento), y, al mismo tiempo, combatir la piratería.

Nintendo tan solo consiguió vender una cifra inferior a los 22 millones de consolas, lo que representó un auténtico varapalo para una empresa que, hasta entonces, solo había cosechado malos resultados comerciales con Virtual Boy. Esa cantidad de máquinas era estrepitosamente inferior a las cifras de NES, Super Nintendo y Nintendo 64.

GameCube no tuvo un mal catálogo en absoluto. No fue tan amplio como el de PS2, su más duro rival, y tampoco como el de otras máquinas anteriores de Nintendo, pero contó con títulos de gran calidad aclamados tanto por la prensa como por los jugadores, como The Legend of Zelda: the Wind Waker, Super Mario Sunshine, el remake del Resident Evil original, los Resident Evil 0 y 4, Metroid Prime 2 Echoes, el primer Pikmin y un largo etcétera. Como veis, su catálogo no está nada mal.

 Wii U

Wii U contaba con buenas ideas, como el juego asimétrico o las partidas remotas, pero Nintendo no encontró la forma de explicar bien qué experiencia nos ofrecía esta consola

Pero esto no es todo. Además, Nintendo no estuvo acertada a la hora de explicarnos qué es lo que nos ofrecía su nueva propuesta. Pocas personas, más allá de los jugones, entendieron realmente qué era aquello del juego asimétrico. Tampoco estaba claro qué aportaba a la experiencia el Wii U GamePad, que era como se llamaba realmente el mando tableta de esta consola. Es posible que Nintendo ni siquiera consiguiera transmitir de forma rotunda la importancia que tenía en aquel momento el juego a distancia, posible gracias al GamePad.

Y es que no basta con tener la oportunidad de probarla en los expositores de las tiendas de videojuegos y en los centros comerciales. Muchas personas no tuvieron la oportunidad de probarla de esta forma, y, por tanto, de entender qué nos proponía. Además, su catálogo inicial no fue, ni mucho menos, tan contundente como el de Switch. Aunque, a decir verdad, pocas máquinas han recibido durante sus primeros meses de vida un aluvión de imprescindibles como el que ha colocado a la híbrida de Nintendo donde está.

Buena parte de las fuentes coinciden en situar euna cifra alrededor de los trece millones y medio de consolas, una cifra dramáticamente inferior a los más de cien millones que vendió Wii. Y es que incluso Switch, en tan solo sus primeros diez meses de vida, y según los últimos informes de Famitsu y GBH Insights, ha superado las ventas globales de Wii U durante toda su vida comercial, rebasando los quince millones en todo el mundo.

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