Estiró su cuello y sufrió un derrame cerebral

Josh Hader terminó internado en un hospital tras romperse la arteria vertebral por estirar o hacer crujir su cuello, un hábito muy peligroso, que puede acabar en ictus o interrupción súbita del flujo sanguíneo.

Pese a que esto no es algo habitual, la profesionales de salud han documentado otros casos de disección espontánea de la arteria vertebral como causa de interrupción súbita del flujo sanguíneo en pacientes jóvenes. Su esposa ya le había advertido que no haga sonar o crujir su cuello.

Esta acción puede provocar indiscutiblemente un derrame cerebral, lo ha explicado el doctor Vance McCollom del Mercy Hospital a Koco, e indica además que manipular el cuello coloca la arteria vertebral en una posición precaria propensa a lesionarse.

Josh ya se ha recuperado del derrame, tras el cual tuvo que utilizar un andador durante días y un parche en su ojo por daño en un nervio óptico. También sufrió hipo constante durante una semana y media.

Tras el derrame cerebral, el joven ya no puede cuidar a sus dos hijos pequeños.

Aún así, como paciente, Josh Hader puede considerarse afortunado, ya que podría haber muerto o vivir con secuelas peores el resto de su vida.

Los médicos afirman que antes de hacer ciertas cosas, como esta de estirar o crujir el cuello, lean o pregunten para evitarse malos momentos e inclusive evitar la muerte.