El club sigue las directrices de la ley promulgada por el Estado desde el 1 de noviembre, según la norma, las empresas podrían recortar el salario de sus trabajadores cuando estos no cumplan con sus tareas debido a que se niegan a vacunarse
21/11/2021 17:30
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Este es un tema bastante delicado, puesto que Kimmich, Gnabry, Musiala, Cuisance y Choupo-Moting engrosan la lista de quienes permanecen de baja por cuarentena y por supuesto de acuerdo a ley el club bávaro les quita más de un millón de euros.
Kimmich, que fue contacto estrecho de una persona infectada del nuevo coronavirus, debe cumplir una cuarentena de una semana que le ha obligado a perderse los entrenamientos, así como los partidos contra el Augsburgo y el de Champions contra el Dinamo de Kiev.
El pellizco estimado de 380.000 euros por semana de baja en el salario anual de casi 20 millones brutos que cobra Kimmich coincide con la cuarta ola de la pandemia en Alemania, la más virulenta. Se suma a los recortes impuestos a Serge Gnabry, Jamal Musiala, Michael Cuisance y Eric Choupo-Moting. Estos cuatro futbolistas tampoco han querido vacunarse. Obligados a permanecer aislados tras experimentar un contacto con un infectado la semana pasada, ahorrarán a la masa salarial del Bayern un total de más de un millón de euros. De prolongarse la situación, cada vez que existan contactos estrechos el Bayern aplicará más recortes.
El Bayern explicó que Kimmich, Gnabry, Musiala, Cuisance y Choupo-Moting tuvieron contacto directo con una persona del entorno del club que ha dado positivo. Estos cinco jugadores se suman a los defensas Süle y Stanisic, que también hacen cuarentena tras relacionarse directamente con personas infectadas, por lo que se presume que tampoco se han vacunado y engrosan el grupo de los futbolistas que ni en situaciones normales pueden pernoctar con el equipo en las concentraciones de víspera de los partidos, dependiendo del estado federal donde compitan.
La decisión del Bayern de hacer uso del poder que le brinda la ley para forzar a los empleados a vacunarse se produce en el contexto de una grave crisis sanitaria. La cuarta ola de la pandemia ha unido a las principales fuerzas políticas de Alemania en un frente común por el impulso de la vacunación. La canciller Angela Merkel, líder saliente de la Democracia Cristiana, ha fomentado en las últimas semanas una batería de medidas de control de la pandemia, según el grado de infección de la población de cada uno de las regiones del país.
Los protocolos más estrictos prevén la vacunación o el certificado de anticuerpos para acudir al lugar de trabajo. Baviera, sede del Bayern, es uno de los territorios más castigados por la nueva ola. Los actos públicos se restringen progresivamente desde octubre. El ingreso a los estadios de fútbol solo se permite en fracciones limitadas de público y previa acreditación de vacunación o de haber superado el contagio.
El Bayern, la institución más popular de Baviera, y también una de las más oficialistas, siempre buscó situarse a la vanguardia de la lucha contra el Covid. El recorte salarial de Joshua Kimmich, su joven líder de 26 años, sirve de ejemplo.
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