¡Fue aterrador! Una madre de 20 años perdió la vida al inhalar helio

Faith Waterman Batistich, una madre de 20 años, celebraba el primer año de vida de su hija sin imaginar que lo que comenzó como una divertida tarde de juegos con globos de helio terminaría en una tragedia que le costaría la vida.

El inesperado accidente ocurrió ante la mirada horrorizada de sus invitados, quienes pasaron de la alegría a la desesperación en cuestión de minutos.

Faith, originaria de Te Puke (Nueva Zelanda), estaba a tan solo una semana de celebrar su cumpleaños número 21. En la fiesta, organizada junto a su hermana gemela Eden, se celebraba el primer aniversario de su pequeña hija, momento que se veía marcado por la felicidad de los presentes.

La jornada transcurría entre risas y juegos, y fue entonces cuando los globos de helio, populares por el agudo efecto que producen en las voces, se convirtieron en el centro de la diversión. Como era de esperar, los invitados comenzaron a inhalar el gas de los globos para hacer voces agudas que provocaron carcajadas. “Todos se sumaron a la tendencia y dijeron: ‘Oh, eso es muy gracioso’”, comentó Eden, hermana gemela de Faith, en una entrevista con New Zealand Herald.

La situación, aunque aparentemente inofensiva, dio un giro inesperado cuando uno de los invitados sugirió que inhalaran el gas directamente de una botella de helio. Aunque inicialmente temerosa, Faith aceptó participar en la sugerencia tras ser persuadida por los demás. Lo que parecía ser una diversión sin consecuencias, terminó de manera fatal.

Los servicios de emergencia arribaron 45 minutos después, pero fue demasiado tarde. A pesar de los esfuerzos por reanimarla con adrenalina y maniobras de resucitación durante 20 minutos, no lograron salvarla. La joven madre fue declarada muerta, dejando atrás a sus dos hijos y a su devastada familia.

La familia de Faith está ahora enfrentando una pérdida irreparable, y su hermana gemela Eden busca concienciar sobre los peligros de estas prácticas. La tragedia ha conmocionado a la comunidad de Te Puke, que ahora lamenta la prematura partida de una joven madre que solo quería celebrar el primer cumpleaños de su hija.

Aunque el gas no es tóxico por sí mismo, su inhalación en grandes cantidades puede llevar a asfixia, especialmente cuando se inhala directamente de una botella presurizada, lo que puede crear una sobrecarga de aire en los pulmones, bloqueando el flujo de oxígeno.