VIDEO: ¡Por un celular! Intentó hacer ‘justicia’ y le arrebató la vida a un inocente

Una tragedia marco las pasadas fiestas de fin de año en la Recoleta, Chile, cuando una mujer en estado de gestación totalmente enojada, se dejó guiar por la rabia y terminó quitándole la vida a un inocente.

Eran las 10:00 de la mañana del lunes 23 de diciembre cuando Soraya Alcaíno Cortés, de 30 años y odontóloga recién egresada, fue víctima del robo de su celular, cuando un delincuente le rompió el vidrio de su vehículo con una piedra y le arrebató su celular.

Atacó a un inocente

Soraya molesta e indignada empezó a perseguir al delincuente, pero le perdió de vista, avanzó un poco por el lugar donde le robaron y vio a un hombre que para ella lucía como el ladrón, chocó a un micro al estacionar y se abalanzó sobre aquella persona.

“¡Devuélveme el celular, concha...!”, le grito con la voz llena de ira. El hombre, sin entender nada, respondió: “Yo no te he robado nada, yo no fui, yo no lo tengo”. En ese momento, Soraya sacó una “navaja de uso militar” y lo hirió al hombre en el tórax.

Cuando cometía este acto de violencia se escuchó a una persona gritar: “¡Amiga, relájate, lo vas a matar!”. Pero esto solo la enojo más y respondió: “Este huevón, tiene mi teléfono. Estoy aburrida de la delincuencia, estoy aburrida de que me roben”, decía.

Luego de apuñalarlo, le quitó al hombre su teléfono celular, pensando que podría ser el suyo y se fue en el auto. Pero la cruel realidad era que Soraya cometió un ‘error irreparable’, la persona que había herido era Héctor Mauricio Navarrete González de 48 años.

Un pequeño ‘cambio’ alteró un destino

Navarrete recientemente había conseguido el trabajo y ese día le pidieron que ingresara más tarde a su fuente laboral, sin que nadie imaginara que ese ‘pequeño’ cambio le costaría la vida. Mauricio dejó tres hijos en orfandad.

La noticia de su deceso fue conocida por su familia a las dos horas de lo ocurrido, policías tocaron su puerta, su familia pensó no lo podía creer, porque horas antes Mauricio Navarrete Gonzáles había salido al trabajo, prometiendo volver a tiempo, promesa que jamás se cumpliría.

“Me dicen que Mauricio no está y que me lo victimaron en vía pública, y nunca más volverá a entrar por la puerta de la casa (…) No le dio chance de defenderse a Mauri (…) No va ver crecer a sus hijos, no va conocer a sus nietos, esto no puede quedar impune”, sollozó su esposa.

La joven odontóloga descubrió la cruel verdad

Alcaíno fue denunciar el robo de su celular, cuando le tomaban los datos vio en un televisor la noticia del hombre asesinado en Recoleta, en ese momento se reconoció y se percató que el victimado no tenía nada que ver con el robo del celular.

Mauricio iba camino a su trabajo cuando sufrió el inesperado y mortal ataque. La odontóloga se entregó, y el Ministerio Público formalizó el crimen por homicidio simple. La defensa de la acusada solicitó un trato distinto debido a que está embarazada de diez semanas, pero el tribunal no acogió la petición.