Masiva asistencia al pequeño templo ubicado en la avenida Petrolera, donde se ve una clara mezcla entre lo religioso y lo pagano.
03/05/2019 12:51
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Cada año cientos de devotos asisten al templo ubicado en el km. 7 de la avenida Petrolera, desde la llegada al lugar se escuchan coplas que hablan de la fecundidad humana y otras peticiones al Tatala (significa abuelo, abuelito o “señor extraño”).
La tradición se enmarca en pedir fertilidad, mujeres y madres van a pedir una “wawa”, pero la petición implica todo un ritual; los creyentes llevan muñecos de yeso o plástico que representan su anhelo, los hacen bendecir, para finalmente dejarlos a los pies de la cruz del “tata”.
Los agricultores queman la bosta de los animales, estas cenizas las llevan a los sembradíos, los esparcen en los corrales, con la finalidad de que los campos sean productivos y los animales de granja se multipliquen.
“Es una fiesta que refleja la vida, refleja el tener esperanza y fe, en cuanto a recibir la bendición del Señor para todos los animales, productos de la tierra y la fertilidad humana (…) todo gira en torno a la cosmovisión andina, yo doy para que otros puedan recibir, por eso se dejan los muñecos bendecidos, así mujeres que buscan tener un hijo recogen estas imágenes” explicó el Padre Alejandro López.
La fiesta culminará este sábado 4 de mayo, este año se recibieron alrededor de 30 mil visitantes.
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