Biocidio: Lucho sobrevivió al atentado que se llevó a sus tres amigos

No dejó de luchar por su vida, por eso, lo llamaron Lucho. Se trata del perro mestizo y único sobreviviente de cuatro canes que fueron envenenados este fin de semana en la zona del Cruce Taquiña. Actualmente, se encuentra en proceso de recuperación y permanece bajo observación en el veterinario.

"Tres han partido. De acuerdo con los informes de las autoridades pertinentes, la supuesta dueña no quiere hacer la denuncia y se va a actuar, tal vez, de oficio", explicó Vivian Sánchez, activista y responsable del refugio "Una mano, una patita".

Cuando Lucho sea dado de alta, lo trasladarán al refugio, si es que no encuentran un adoptante, pues al parecer no tiene dueño y su casa es la calle. Además, piden ayuda para cubrir sus gastos médicos.

"Ni bien salga Luchito, le hemos puesto ese nombre por luchador, porque está luchando por su vida, nosotros lo vamos a acoger de mil amores en el refugio. Mejor sería que podamos encontrar una familia que se pueda hacer cargo de él. Si bien les entregamos todo el amor que ellos merecen en el refugio, mejor sería encontrar una familia bendecida para que pueda estar con él", explicó Sánchez.

Los voluntarios del albergue piden ayuda a la población, ya que la curación del perrito sobreviviente ya superó los 1.500 bolivianos.

"Todavía no tenemos un dato exacto, pero tenemos una deuda de nuestros envenenaditos", agregó la rescatista.

Las personas de buen corazón que quieran aportar para la recuperación de Lucho, puede contactarse con el refugio. Su situación aún es muy delicada.

Según el informe médico, las personas que envenenaron a Lucho y los otros tres perros utilizaron estricnina, una sustancia de efecto rápido de entre 30 minutos a dos horas, dependiendo del tamaño del can. Una vez que los animales ingieren esta sustancia, se produce una disfunción neurológica que termina con su vida.

"Los signos de este veneno son la hiperestesia, o sea que el paciente se pone muy efusivo, salta con cualquier sonido y la hipertermia, no fiebre porque la fiebre es por un proceso inflamatorio, sino que les sube la temperatura desde el cerebro, que es como si se estuviese cocinando por dentro y llegan a tener temperaturas de 41º o 41,5º", explicó el veterinario que lo atendió.

De momento, Lucho aún tiene el veneno en su organismo, pero se recupera favorablemente.

"Se ha levantado un par de veces, pero todavía está con signos de estrés, tiene hiperestesia, lo que quiere decir que todavía hay un 20 a 30% de veneno en su cuerpo. Ya se está retirando el anestésico, se está esperando que vaya reaccionando de la anestesia", agregó.

Si Lucha asimila la medicación, podría ser dado de alta en los próximos dos días. Ahora, solo queda esperar que el perrito recupere todas sus fuerzas y pueda volver a su vida normal.