“Bolivia necesita respuestas”, afirmó el exasesor de Javier Milei, Fernando Cerimedo

Fernando Cerimedo, estratega político y experto en marketing digital conocido por haber sido uno de los cerebros detrás de la campaña presidencial de Javier Milei en Argentina, se refirió a la situación que atraviesa Bolivia y lanzó fuertes críticas al sistema político local.

Desde sus redes sociales, Cerimedo dejó en claro su postura frente a los intentos de importar figuras como Milei al contexto boliviano: “Quiero un Milei en cada país del mundo. Pero decir que HOY Bolivia necesita un Milei es muy irresponsable y no entender nada”.

En una entrevista con el QNMP, el argentino explicó que Bolivia no está en un momento de transformación política, sino de crisis estructural.

“Bolivia está atravesando una crisis cultural, acompañada por la económica, con medidas que han tomado otros gobiernos. Mi trabajo es dar asesoramiento a empresas, y hoy la preocupación de la gente pasa por tratar de cargar gasolina para llevar a su hijo al colegio”.

Cerimedo criticó con dureza el accionar de la clase política boliviana, a la que acusa de estar desconectada de las verdaderas urgencias de la población.

“Los políticos perdieron un poco el sentido de lo que quiere la gente. La gente quiere una campaña más humana. Las estrategias políticas son antiguas. Hoy a los bolivianos les interesa resultados. Vamos a terminar como Haití”, remarcó.

Además, advirtió sobre el desgaste de la población ante una narrativa política que considera vacía e ineficaz: “La gente se está hartando, porque la población está siendo subestimada. Los políticos están viendo cómo ganar una elección, no cómo solucionar los problemas”.

Cerimedo también hizo referencia a las campañas sucias en la región, algo que vivió de cerca en Argentina. “Hay mucha campaña sucia y a veces uno puede caer en esos vicios. Nosotros con Milei tuvimos mucha campaña en contra. Fue la campaña más sucia de la historia. Eso a la gente ya no le gusta”.

Para el exasesor de Milei, la clave está en volver a conectar con las necesidades reales de la ciudadanía, que hoy, asegura, son concretas y urgentes: comida, combustible y estabilidad económica.