El drama detrás del accidente: Niño huérfano quedará al cuidado de su tío en San Julián

Los hijos del conductor Benedicto Arévalo, fallecido el pasado jueves en un fatal accidente de tránsito en Santa Cruz, se enfrentarán a un nuevo reto en la vida: crecer sin sus padres.

El pequeño de cinco años que acompañaba a su padre en el camión sobrevivió milagrosamente, mientras su hermanita de tres años estaba al cuidado de sus abuelos maternos en San Julián. Ambos niños han quedado huérfanos de madre desde hace tres años.

El accidente se registró en el cuarto anillo de la avenida Busch cuando Arévalo intentó esquivar un punto de bloqueo. En una maniobra, el contenedor del camión cayó sobre la cabina, aplastándolo y provocando la muerte instantánea del conductor. Su hijo, que había sido su compañero de viaje en los últimos años, logró salir ileso del siniestro.

“Los dos quedaron huérfanos de padre y madre. La pequeñita de tres años está con mi papá, quien la ha criado desde que tenía dos meses, tras el fallecimiento de su mamá hace tres años”, relató Freddy Andrade, cuñado del fallecido.

Andrade ha decidido asumir la tutela del niño sobreviviente y llevarlo a vivir a San Julián, aunque confía que el pequeño está afectado emocionalmente por la experiencia traumática.

El cuerpo de Benedicto Arévalo fue trasladado a Cochabamba para darle el último adiós.