“¡Me obligaban a volver con él!”: Mujer víctima de violencia huye del Trópico con su hija

Una mujer de 34 años escapó del Trópico cochabambino junto a su hija de 16 años, huyendo de años de violencia física, psicológica y sexual ejercida por su pareja y en busca de justicia. Su historia destapa una cadena de omisiones institucionales y familiares que dejaron a una madre a merced de su agresor y, lo más alarmante, a tres niños bajo el poder del victimario.

“Yo estoy denunciando por agresión física y psicológica a mi pareja que está en Entre Ríos. Cada vez abusa de mí con los golpes, y cuando fui a las autoridades, me dijeron que debía regresar a mi casa y resolverlo allá”, relató entre lágrimas la mujer que hoy se encuentra bajo resguardo en el municipio de Cercado.

La directora de Género Generacional, Tatiana Herrera, confirmó que la víctima llegó con lo puesto y acompañada de su hija adolescente, luego de una brutal agresión ocurrida en diciembre, cuando su pareja casi la mata: “Le fracturó la clavícula, intentó ahorcarla con su propio cabello, le rompió todos los dientes. Escapó con lo poco que tenía porque sabía que la próxima vez no sobreviviría”.

El horror no termina ahí. La mujer tuvo a su primera hija producto de un estupro, siendo menor de edad. A lo largo de su relación forzada, tuvo cuatro hijos con su agresor: de 16, 14, 8 y 4 años. Hoy, tres de ellos permanecen retenidos en Entre Ríos junto al victimario, y ella teme por sus vidas.

“El agresor le provocó abortos mediante golpizas estando embarazada de seis y siete meses. Hay tres denuncias: una contra el agresor, otra contra el progenitor de la mujer —un dirigente radical del MAS que sabía de los abusos y nunca actuó— y otra presentada por la hija de 16 años, quien también fue agredida cuando intentó defender a su madre”, detalló Herrera.

A pesar de que la denuncia ya fue presentada ante la Fiscalía de Entre Ríos, las autoridades no han actuado. Incluso, en Sacaba —su primera parada de escape— tampoco recibió ayuda. Solo en Cercado la madre e hija fueron acogidas, y ahora están al resguardo de la Dirección de Género Generacional mientras se coordina una intervención urgente para rescatar a los tres menores.

“Es gravísimo lo que ha ocurrido. No solo por la violencia brutal, sino por la cadena de silencios, omisiones y negligencias institucionales. Esta mujer no solo fue revictimizada por su agresor, sino también por las autoridades que deberían haberla protegido”, concluyó Herrera.