¿Qué pasaría si su candidato se retira? La pregunta que agita el tablero electoral en Bolivia

A medida que se acercan las elecciones, un nuevo factor comienza a agitar el escenario político: ¿Qué ocurriría si un candidato clave decide bajarse de la carrera electoral? La pregunta no es menor y los analistas ya advierten sobre el impacto que tendría una retirada repentina en el ya fragmentado mapa político del país.

El reconocido analista político Marcelo Silva lanzó una advertencia: "Hay que tener cuidado con la traspolación de los votos, estos no se traspolan automáticamente". Según explicó, el electorado boliviano se encuentra actualmente fracturado en varios bloques, lo que dificulta cualquier predicción lineal sobre traspasos de apoyo.

Silva señaló que figuras como Samuel Doria Medina, Jorge 'Tuto' Quiroga, Manfred Reyes Villa y Rodrigo Paz comparten un mismo segmento del electorado: "Eso está clarísimo, está nítido", afirmó. Pero aunque estos candidatos parecen disputarse el mismo bloque, aclaró que "uno de ellos se va y automáticamente la mayoría de ese voto pasa al otro candidato", aunque remarcó que "los votos no se heredan automáticamente".

En ese contexto, la posible habilitación de Jaime Dunn, cuyo destino está en manos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) hasta este martes, podría ser un punto de quiebre. “¿Cómo afectará este bloque si Dunn logra ser habilitado?”, se preguntó Silva, dejando entrever que su ingreso podría alterar la dinámica de la derecha y el centro político.

Por otro lado, el analista describió al segundo bloque —vinculado al oficialismo— como debilitado: “El otro bloque está pintadísimo: está Andrónico Rodríguez, Eduardo del Castillo, Eva Copa, Jhonny Fernández. Lo malo de este bloque es que ni sumando todos alcanzarían una votación interesante", sostuvo.

Silva también hizo énfasis en un fenómeno silencioso pero poderoso, el voto oculto. “La gente no quiere saber del Movimiento al Socialismo (MAS)”, advirtió, sugiriendo que muchos electores podrían estar evitando declarar su intención real de voto por temor o desconfianza, lo que complica aún más las proyecciones.