Trump es el primero en la fila para conocer al nuevo emperador de Japón

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, será el primer líder mundial que se reunirá con el nuevo emperador y la emperatriz de Japón en una visita oficial de cuatro días al país al final de esta semana.

En las calles, las opiniones fueron variadas sobre la visita, que también incluirá discusiones sobre temas comerciales y militares. Algunos deseaban que Japón hiciera todo lo posible por mantener relaciones amistosas con los Estados Unidos, pero otros desconfiaban de lo que Trump pudiera decir o hacer.

"El Emperador no se involucra en la política, es una apuesta". "El antiguo emperador ha creado un buen ambiente y me temo que Trump podría decir algo desconsiderado que podría obstaculizar nuestra economía o iniciar una guerra comercial, o causar una agitación global", dijo Junko Takahashi, de 68 años, quien visitaba el Palacio Imperial en el corazón de Tokio.

Japón ha estado en un modo festivo desde la abdicación del ex emperador Akihito el 30 de abril, el primero en siglos, lo que permitió a Naruhito ascender y asumir como el monarca simbólico según lo estipulado por la constitución de posguerra. Rituales y eventos han continuado en el palacio desde la ceremonia de entronización a la que asistieron invitados selectos.

La segunda visita oficial de Trump, esta vez acompañada por la primera dama Melania Trump, fue organizada por el primer ministro Shinzo Abe, quien invitó a Trump a ser el primer jefe de Estado en reunirse con Naruhito, según la mitad de los informes.

También deberá volver a jugar golf con Abe como lo hizo la última vez y también asistirá al último día del torneo en el que presentará un nuevo trofeo, hecho en los Estados Unidos, al ganador.

Durante los cuatro días, Trump y Abe también discutirán temas que van desde el comercio bilateral hasta Corea del Norte.