Conflicto por la basura entra en su segunda semana: tensión y bloqueos en Cochabamba

El conflicto por la disposición de residuos sólidos en la región metropolitana de Cochabamba cumple ya 14 días sin una solución clara a la vista. Las tensiones escalaron esta mañana cuando se registraron enfrentamientos entre la Mancomunidad Olmedo y pobladores del municipio de Colcapirhua, por el uso de una celda emergente de basura en la zona de Cotapachi.

Desde hace días, los carros basureros del Cercado han tenido que desviarse por la ruta de Exzofraco para llegar al botadero de emergencia, lo que ha generado malestar entre los vecinos de Colcapirhua, quienes mantienen bloqueada la avenida Blanco Galindo, arteria clave hacia el occidente del país por tercer día consecutivo. Este domingo extendieron el bloqueo hasta la avenida Víctor Ustáriz, intensificando la presión.

La tensión alcanzó un nuevo pico cuando un contingente policial intervino para evitar el cierre total de la vía. Se reportó el uso de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, quienes más tarde se reagruparon y retomaron la medida de presión.

El dirigente de la Mancomunidad Olmedo defendió el uso del botadero de Cotapachi por parte del Cercado, asegurando que la basura está siendo manejada de forma técnica, “como un relleno sanitario, con chimeneas, geomembrana y procedimiento adecuado”. En contraste, criticó duramente la gestión de residuos de Colcapirhua: “Está a cielo abierto, no está cumpliendo las normativas. Esto es un delito ambiental, incluso los lixiviados no tienen la geomembrana”.

Acusó además al alcalde de Colcapirhua, Nelson Gallinate, de fomentar el enfrentamiento: “Ahora el alcalde de Colcapirhua se opone a este manejo y está haciendo que nos enfrentemos entre cochabambinos”. Cabe destacar que ambos botaderos están ubicados dentro de la jurisdicción del municipio de Quillacollo, lo que ha generado disputas territoriales.

“Nosotros haremos respetar nuestra jurisdicción”, advirtió el dirigente, quien pidió a las autoridades no fomentar más división entre poblaciones vecinas.

Mientras tanto, el conflicto por la basura sigue acumulando tensiones sociales, riesgos sanitarios, sin que aún se vislumbre una salida concertada entre los tres municipios involucrados.