Turismo en Cochabamba al borde del colapso: Pérdidas millonarias y un futuro incierto

La promesa de reactivar el turismo en Bolivia tras la pandemia parece más lejana que nunca. A pesar del enorme potencial natural y cultural que ofrece el país, especialmente el departamento de Cochabamba, la inestabilidad social, los bloqueos prolongados y la falta de políticas efectivas están generando pérdidas irreparables para uno de los sectores clave de la economía nacional.

Alan Huamán, presidente de la Federación Boliviana de Guías de Turismo, alertó esta mañana en entrevista exclusiva con el medio que el turismo vive una crisis profunda. “Solamente durante los últimos feriados, dejamos de recibir a más de 81.000 turistas en el trópico de Cochabamba”, denunció, señalando que las pérdidas económicas directas superan los 3.7 millones de bolivianos por día.

La crisis del turismo no se reduce a la ausencia de visitantes. Como bien explicó Huamán, se trata de una industria que involucra a múltiples sectores, desde productores agrícolas y comerciantes locales, hasta hoteles, operadores turísticos, transportistas y guías especializados. “Estamos hablando de un ecosistema completo que se ha visto interrumpido por la inestabilidad”, recalcó.

En Cochabamba, muchos hoteles en zonas periféricas como Villa Tunari han cerrado sus puertas, incapaces de sostenerse tras años de bajas constantes. A eso se suma el cierre de restaurantes y negocios gastronómicos, imposibilitados de adquirir insumos o de mantener sus planillas.

Bloqueos y violencia: una imagen país que ahuyenta

Uno de los factores más dañinos ha sido la percepción internacional de inseguridad. “Cuando la prensa internacional reporta enfrentamientos, muertos, bloqueos y caos, el turista no distingue si eso ocurre en una zona puntual. Para él, es Bolivia en su conjunto la que no garantiza seguridad”, afirmó Huamán.

De hecho, alertas emitidas por embajadas —como la de Estados Unidos, que ubica a Bolivia en nivel 2 de alerta— han provocado cancelaciones masivas en las operadoras de turismo, afectando tanto al turismo internacional como al nacional, que según cifras actuales ha disminuido en más del 10% en Cochabamba.

Bolivia: un país con todo… que muestra muy poco

“No hay otro país que tenga en un solo territorio selvas, valles, montañas, salar, culturas vivas, danzas y climas tan variados como Bolivia”, lamentó Huamán. Sin embargo, esa riqueza no se muestra al mundo. Mientras países vecinos como Perú presentan danzas bolivianas en eventos internacionales, Bolivia sigue ausente en la promoción global.

Incluso las rutas turísticas que podrían integrar mejor al país siguen desatendidas. “Estamos viendo nuevas conexiones como Arica-La Paz o Cusco-Uyuni, pero ¿y Cochabamba?”, cuestionó, pidiendo mayor inversión e inclusión del departamento.

Desde la Federación, se pide una reestructuración económica nacional que incluya una reducción del aparato estatal, mayor inversión en infraestructura turística, y una política clara de promoción internacional del destino Bolivia. También se denuncia el elevado costo de la visa para turistas norteamericanos y los trámites burocráticos que desincentivan la visita.

“El turismo debe ser política de Estado. Es una de las cinco principales fuentes de ingreso al PIB y no se está haciendo lo suficiente. Se requiere compromiso de las autoridades, sí, pero también de la sociedad. Hay que educar sobre la importancia del turismo y defenderlo como fuente de desarrollo y empleo”, remarcó.