La joven de 18 años luchó contra el acoso escolar y con el apoyo incondicional de su padre superó el momento más difícil de su vida.
20/12/2024 9:16
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María Liz Plata, una joven de 18 años, ha demostrado que la estatura no define el futuro, sino la inteligencia y la determinación. A lo largo de su vida, ha enfrentado desafíos que podrían haber derrumbado a cualquiera, pero ella ha logrado salir adelante con fuerza y coraje.
Su historia es una lección de resiliencia que inspira a muchos a seguir luchando por sus sueños, sin importar las adversidades. María Liz nunca conoció a su madre, y su padre ha sido su mayor apoyo.
Marco Antonio Plata, su padre, ha asumido el rol de madre, amigo, protector y consejero. La vida de María Liz no fue fácil, pero su padre, con su amor incondicional, le dio las herramientas para superar cualquier obstáculo. “Siempre recordaba las palabras de mi padre, que me decía ‘no importa el tamaño, sino lo inteligente que eres’ (...)”, compartió con emoción.
La etapa más difícil para María Liz fue durante su quinto básico, cuando empezó a sufrir el rechazo de sus compañeros debido a su estatura. Con apenas 1 metro con 28 centímetros, se convirtió en blanco de burlas y humillaciones.
A pesar de las heridas emocionales que el bullying le dejó, nunca dejó que eso la definiera. “Me costó mucho superar el bullying, sinceramente ya no quería ir a la escuela”, recordó. Pero las palabras de su padre, quien siempre la alentó a sentirse bendecida por lo que tenía y a seguir adelante, fueron un bálsamo para su alma.
Hoy, María Liz ha superado esos duros momentos y ha logrado algo que muchos consideraban casi imposible: se graduó de la escuela secundaria. En su acto de graduación, entró junto a su padre, quien la observaba con mucho orgullo.
“Estoy muy orgulloso de mi hija, doy gracias a Dios por darle sabiduría, valor y ella siempre luchó a pesar del bullying que sufrió. Nunca la abandoné, siempre saqué cara por mi hija”, dijo Marco Antonio, con la emoción a flor de piel.
María Liz, ahora bachiller, tiene un sueño claro, convertirse en abogada penalista para defender a los inocentes. “Quiero estudiar derecho para defender a los inocentes. Dedico mi título a Dios, porque gracias a Él estoy aquí, a mi padre, que nunca se rindió y luchó a mi lado”, expresó con gratitud.
Su lucha es una inspiración para todas aquellas personas que enfrentan el bullying, la adversidad o cualquier tipo de barrera en su camino. “La estatura no define tu futuro, sino la inteligencia”, es la frase que María Liz lleva consigo, una lección de vida que hoy comparte con el mundo.
Este su testimonio:
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