"Mi retoño es doctora, un aplauso”, fue el pedido de un padre para su hija

Gabriel y Camila recorrían el último trayecto juntos hacia su casa, después de una jornada que cambiaría sus vidas para siempre. La joven, emocionada y radiante, había alcanzado uno de los logros más esperados de su carrera: se recibió de doctora en Medicina.

A su lado, su padre, un hombre de rostro lleno de orgullo, no pudo evitar compartir su alegría con todos los que los acompañaban en ese breve pero significativo viaje en el subterráneo.

Mientras viajaban, Gabriel, con el corazón a flor de piel, pidió un momento para celebrar: "Quiero que me acompañen a festejar con un aplauso, mi hija se recibió de doctora", dijo con una sonrisa a los pasajeros del vagón.

Ante esa solicitud tan espontánea, la sorpresa dio paso a la emoción, y uno a uno, los viajeros empezaron a aplaudir. En pocos segundos, todo el vagón se convirtió en una pequeña fiesta, con aplausos y hasta algún que otro grito de entusiasmo.

"Fue una emoción única", contó Gabriel después de ese momento tan especial. "Verla a ella, tan feliz, tan cumplida con su esfuerzo, y saber que todo ese sacrificio valió la pena, es lo más lindo que me pudo haber pasado. Quería que todos lo supieran, no podía guardarme esa alegría".

Camila, por su parte, no podía contener las lágrimas. "Nunca imaginé que mi recibida iba a ser tan especial", expresó entre sonrisas tímidas. "Me sorprendió muchísimo la reacción de los pasajeros, no esperaba que todos se unieran a la celebración. Es un momento que jamás voy a olvidar".