¡Larga vida al Rey! Bayern Múnich venció 1-0 al PSG y consiguió su sexta corona en Europa

Un equipo completo en todas sus líneas, que te asfixia en todos los sectores del campo, con un medio campo envidiable desde todo punto de vista y por sobre todo letal. Bayern Múnich se consagró campeón de Europa, invicto, ganando de visitante y de local. Sin dudas estamos ante el mejor equipo del mundo en este atípico año por el Covid-19.

En un encuentro donde el primer tiempo fue duelo táctico, con pocos espacios de juego, los alemanes encontraron la gloria en la cabeza de un ex PSG, si un ex PSG, Coman que marco el único tanto del encuentro, debutó a los 16 años en el conjunto francés y hoy le da su sexta "Orejona" al Bayern Munich.

El partido

Era un partido como quería Bayer al inicio, ocupando espacios mejor que el rival, disparando al arco con todas sus unidades pero con más ubicación que vértigo, mientras PSG se acercaba en un tiro libre buscado por Mbappé a los 8 minutos, el primero que se atrevía a superar la línea media del campo.

Poco a poco eran los franceses los que iban tomando iniciativa, metiendo miedo con un Mbappe indescifrable y teniendo su primera gran ocasión a los 18, un espacio que le abrieron por derecha a Neymar y allí sería Neuer quien tendría que salir a su encuentro para taparle el ángulo con todo su cuerpo.

Al frente Bayern no aflojaba y en una espectacular de media vuelta de Lewandowski sacándose la férrea marca de Kimpembe, a los 21', remata de manera mordida y el balón termina golpeando en el palo, para alivio de los franceses. Sin embargo, la respuesta del PSG era una cabalgata de Neymar al arco, descargue en Herrera y este, sin mirar, habilitaba a Di María, cuyo remate se iba a las nubes cuando Neuer parecía vencido.

Perdería su primer hombre el Bayern a los 24, Boateng por lesión, y con Sule en el campo se anticipaba un sufrimiento más con la movilidad parisina por las puntas. Y se ganaba la amarilla Davies. Y la fiesta, de nuevo, la hacía PSG con sus extremos.

De ahí en adelante las emociones en ambos pórticos fueron escasas, ambos planteles se mostraban muy tácticos al momento de la pelota sin tener un claro dominador, hasta que sobre el cierre fue PSG el que tuvo la opción clarísima de abrir la cuenta, tras una jugada de derecha a izquierda, el balón encuentra solo a a Mbappé, quien no logro impactar con fuerza el balon, el cual se contuvo lentamente en los brazos de Neuer.

Acto seguido de la opción fallida por el conjunto parisino, llega la primera polémica del encuentro, a los 45', luego de una posible falta a Coman en el área que, para el VAR, no era penalti. De esa manera termino el primer tiempo, con el marcado en blanco.

Para el complemento, después de la de los empujones y la muestra innecesaria de testosterona, Bayern se fue haciendo con la pelota hasta encontrar la manera de hacer daño.

Kimmich sorprendió con un pase al lado opuesto directo a la cabeza de Coman y entonces sí su revancha, golazo de cabeza, premio a una jugada bien tejida y a los 59 minutos la final tenía sabor alemán. Kimpembe salvaría una nueva aproximación que hubiera resuelto la final y sobre la raya Thiago Silva la sacaba de la raya a un nuevo intento de Coman.

Suerte que el propio Bayern sacaba el pie del acelerador pues PSG no hacía pie. Apenas sobre los 69 encontró una ilusión de empate, tremendo túnel a Alaba y en la habilitación a Marquinho salvaba quién sino, Neuer con sus infalibles piernas. Otra vez Mbappé inquietaba a los 72 en una gran excursión que acabó en posible penalti inexistente sobre él… le faltó más carácter en la llegada, la verdad.

Y el tiempo se fue haciendo aliado de la causa roja, con Neymar bien controlado en una marca alternada y, en consecuencia, la magia del PSG operando solo al 50 por ciento o menos. Sí, lo tuvo de nuevo el empate Mbappé, excursión de Mbappé y de frente al arco ya Neymar no pudo: pelota afuera, se fue el título. 
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Bayern Múnich fue campeón justo, impecable, merecido. La Orejona está ahora en las mejores manos y sigue vestida de rojo. En el año atípico de la pandemia, la historia dirá que, más que nunca, ganó el mejor equipo de Europa.