Mauricio Soria y un Blooming que no sabe lo que es perder

Blooming vive uno de sus mejores momentos futbolísticos en los últimos años, y el nombre que aparece como eje de este resurgir es el de Mauricio Soria. El técnico cochabambino ha sabido imprimirle carácter, orden y equilibrio a un equipo que hoy ilusiona a su hinchada con resultados consistentes tanto en la Liga como en la Copa Bolivia.

Desde su última derrota oficial ocurrida el pasado 21 de mayo ante Bolívar en La Paz, la academia cruceña no ha vuelto a tropezar. Son ya nueve partidos sin perder, una racha que incluye cinco triunfos y cuatro empates, en los que el plantel mostró madurez táctica y una notable solidez defensiva.

En el torneo local, Blooming marcha tercero con 28 unidades en 14 fechas disputadas, mientras que en la Copa Paceña comanda el Grupo A con 10 puntos, resultado de una campaña sólida que ha combinado buenos planteamientos, refuerzos efectivos y un alto compromiso colectivo.

Una de las victorias más resonantes fue el triunfo en el clásico cruceño ante Oriente Petrolero por 2-1, un partido que marcó un antes y un después en la moral del plantel. También se destacan las recientes victorias sobre Real Oruro (4-2) y Guabirá (2-1), además del valioso empate conseguido en la altura de Potosí frente a Nacional.

En el plano individual, el arquero Braulio Uraezaña se ha consolidado como figura bajo los tres palos, mientras que en la zaga Santiago Etchebarne y Richet Gómez se entienden a la perfección. El mediocampo ha ganado jerarquía con el aporte de Guido Vadalá, Martín Alaniz y Matías Abisab, todos refuerzos que han respondido con nivel y constancia. La ofensiva, por su parte, encuentra soluciones en Franco Posse y Nahuel Acosta, ambos determinantes en la generación de peligro.

Pero más allá de los nombres, el sello de Soria se percibe en cada línea del campo. El entrenador ha logrado ensamblar un equipo que no solo compite, sino que propone, resiste y sabe cuándo golpear.