Torres: “Reservas de gas alcanzarían para 4 años, estamos en una situación muy crítica”

El presidente de Bolivia, Luis Arce, admitió que la producción de gas en el país cayó a niveles alarmantes, llegando incluso a “tocar fondo”. Esta declaración se acompaña de una advertencia sobre la declinación sostenida en la producción de gas natural desde el año 2014. No obstante, Arce enfatizó la necesidad urgente de reconstruir las reservas para salvar el futuro energético del país.

El analista y exministro de Hidrocarburos, Guillermo Torres Orías, ha arrojado luz sobre las razones detrás de esta crisis. Según Torres, la mala administración en el sector de hidrocarburos desde el año 2006 ha sido la principal causa de la situación actual. “La falta de comunicación temprana sobre esta problemática se debe a la imposibilidad de implementar un plan de emergencia a menos que se descubra gas en cantidades suficientes. Esta crisis era previsible y ahora nos enfrentamos a una situación crítica”, afirmó Torres. Además, señaló que las reservas actuales alcanzarían para tan solo cuatro años más de consumo.

Un punto crítico en esta problemática fue la sobreactuación en la venta de gas a Argentina durante el gobierno de Evo Morales. Según Torres, se excedió en los volúmenes de venta sin considerar el mercado interno. “El contrato inicial con Argentina era solo por cuatro millones de metros cúbicos, pero esta cifra se aumentó sin considerar las necesidades internas”, explicó Torres. Esta falta de visión estratégica resultó en una pérdida significativa de recursos para el país.

En contraste con el auge que vivió Bolivia en la producción de gas, Torres aclaró que esos resultados fueron frutos de investigaciones y trabajo realizados mucho antes de 2004. El programa de exploración que dirigió al descubrimiento de los mega campos se originó en 1972 con el hallazgo en el Campo de Caigua, lo que permitió la exploración posterior en campos como Bermejo.

Ante este sombrío panorama, Torres prevé que las reservas de gas se agoten en un máximo de cuatro años. Aunque se espera que haya suficiente gas para el mercado interno durante dos o tres años más, la venta excesiva a Argentina debería haberse detenido hace tiempo para preservar las reservas internas, advirtió el exministro.