Falleció Sammy Basso, el científico italiano que luchó contra el envejecimiento prematuro

El científico italiano Sammy Basso, reconocido por su valiente lucha y su labor de divulgación sobre la progeria, ha fallecido a los 28 años. La noticia fue anunciada en las redes sociales de la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso, organización que él mismo fundó: "Hoy nuestra luz, nuestro guía, se ha apagado. Gracias, Sammy, por habernos hecho partícipes de esta vida maravillosa".

Basso falleció de forma imprevista mientras cenaba en un restaurante de Treviso, en el norte de Italia, pocos días después de regresar de un viaje a China, según informaron medios locales.

Nacido en 1995 en Schio, Basso fue diagnosticado a los dos años con progeria de Hutchinson-Gilford, un raro síndrome genético que provoca un envejecimiento acelerado y afecta aproximadamente a 1 de cada 20 millones de personas. A pesar de los desafíos que enfrentó, Sammy dedicó su vida a la investigación y sensibilización sobre su enfermedad.

En 2018, se graduó en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua con una tesis enfocada en posibles terapias para ralentizar el desarrollo de la progeria. A sus 10 años, junto a sus padres, fundó la Asociación Italiana Progeria, que busca recaudar fondos y dar visibilidad a esta condición poco conocida.

Basso ganó notoriedad internacional gracias a sus numerosas apariciones en los medios, incluyendo un documental de National Geographic que documentó su viaje a través de Estados Unidos. En 2019, se sometió a una cirugía en su arteria aorta, un hito en la historia médica, y poco después fue nombrado caballero de la Orden del Mérito por el presidente italiano, Sergio Mattarella.

Su labor no solo impactó en el ámbito científico, sino que también dejó una profunda huella en la conciencia social sobre la progeria. La ministra para la Discapacidad, Alessandra Locatelli, expresó su agradecimiento a Sammy por su "valentía y determinación para hacer conocer al mundo" esta enfermedad con "fuerza y esperanza".

La comunidad científica y la sociedad en general lamentan su pérdida, recordando su legado de lucha y esperanza en la búsqueda de respuestas y tratamientos para la progeria.